EL PAíS › LA CURIOSA MANERA EN QUE CONVIVEN DUHALDE Y KIRCHNER
Jarrón chino va contra la pared
La “teoría del jarrón” viene de una frase de Felipe González y explica algunas maneras de ser del ex vicepresidente y su sucesor. El eje que forman, las aparentes desavenencias sobre a qué candidatos apoyar, la estrategia a largo plazo para acumular poder y ver qué pasa en 2007.
Por Sergio Moreno
Dicen que se llevan bien. A su vez, se tejen historias a su alrededor, por lo general relatos intrigantes. Dicen que en algún momento se desatará el enfrentamiento entre ellos, que la naturaleza de ambos los hará chocar, que uno querrá lo que el otro tiene hoy. Quienes así hablan, ningunean lo que ambos dicen del otro en público. “Estoy muy contento con el Gobierno”, dice uno; “estoy muy agradecido por lo que hizo por mí”, replica el otro. Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, que de ellos se trata esto, no sólo no quieren enfrentarse sino que, según un ministro que conoce más que bien a los dos sujetos, “han conformado un eje de poder difícil de romper”. Tal es así, argumenta la fuente, que Duhalde será, de ahora en más, un jarrón chino.
El hombre que esto cuenta a Página/12 es un ministro de los de confianza del Presidente –”estoy más que cómodo con ‘el Flaco’, me deja hacer y hablar, no tengo que pedirle permiso. Y me escucha. Hay que saber entenderlo, desentrañarlo, leerlo. Puedo trabajar a mis anchas”, dice–. Es, al mismo tiempo y desde hace bastante más, receptor de los llamados y consultas del bonaerense. Ampuloso, dado a las hipérboles y a las citas, el contertulio de este diario explica la teoría del jarrón, que da cuenta –según su saber y entender– del rol que de ahora en más jugará el hombre de Lomas de Zamora. “Duhalde es un ex presidente y, tal como dice Felipe González (ex primer ministro de España), un ex presidente es como un jarrón chino en una casa pequeña: lo pongas donde lo pongas se hace ver y, por lo general, molesta. Entonces hay que colocarlo contra una pared y dejarlo quietito. El (Duhalde) va a ser vicepresidente por un tiempo.”
Por el momento, ex y actual presidente han expuesto sus disidencias en el armado de alianzas hacia los intestinos del peronismo en dos distritos, Capital Federal y Misiones. En la provincia norteña, Duhalde apoya a Ramón Puerta debido a su afectuosa relación personal, y Kirchner dio su aval a Carlos Rovira, tal como fue relatado ayer, en detalle, en este diario. Para el Presidente, Puerta es una de las expresiones más cabales del menemismo, y un dirigente que en las elecciones trabajó fuerte a favor de su amigo riojano. Este desencuentro Duhalde-Kirchner está “conversado” y acordado entre ellos: cada uno dará su apoyo a un candidato distinto sin que signifique mellar siquiera el eje Casa Rosada-Lomas.
Un funcionario que viene de la gestión anterior y actualmente ocupa un alto cargo, sorprende a Página/12: “Vamos a jugar a favor de Rovira, y vamos a ganarles a Puerta, a Menem, a todos. Tenemos encuestas en que ya lo dan arriba (a Rovira), y va a seguir creciendo”, dice, vehemente. La sorpresa radica en la utilización del tiempo: el plural, que esta fuente suele aplicar cuando habla de su (innegable) pertenencia al duhaldismo, esta vez da cuenta de su inclusión en la tropilla del kirchnerismo. El espíritu K no sólo entusiasma fuera de la Rosada.
En lo referente a la Capital, Mauricio Macri es el símil porteño de Puerta (ambos son muy amigos). Las diatribas que derraman desde Balcarce 50 contra el empresario y lobbista fueron relatadas ayer en este diario, por lo que no se abundará en ellas. El ministro de la parábola del jarrón chino es uno de los que cree que el apoyo presidencial a Aníbal Ibarra podría haberse hecho esperar un poco más, y que el supuesto apresuramiento creó fantasmas que no existen dentro del peronismo.
“Excepto en Misiones, Duhalde va a apoyar todo lo que haga Lupín –dice el confidente–. Eso no implica que vaya a abrir las listas en la provincia de Buenos Aires para efectuar cambios. Kirchner no le pidió nada y fue el Presidente quien instruyó a Aníbal (Fernández, ministro del Interior) para que salga a decirlo en su diario.”
Los fantasmas, por usar las palabras del funcionario, son aquellos que aparecen ante el estilo y la praxis del Presidente: poca consulta, mesa chica-chica, decisión rápida y acto consumado. La construcción política no escapa a esta conducta. “Juan Carlos Mazzón arma en el PJ; Aníbal Fernández arma también dentro, afuera y en el Congreso; no se confunda:Kirchner no es imprevisible y habla con quien debe, cuando debe”, dice uno de sus operadores de confianza.
Duhalde es uno de los que tienen línea abierta con el Presidente, línea que utiliza con mesura, según el relato de uno de sus fieles laderos. Anteayer, en un diario misionero, dejó oír su voz a favor de Puerta. En algunos días viajará a esa provincia. “Pero es la excepción, no hay choque con el Presidente”, reiteran los suyos.
El ministro citado anteriormente dice: “Duhalde va a acumular poder en la provincia (de Buenos Aires). Va a contener a uno que otro descontento -que siempre los hay– y va a esperar. Ahora tiene una imagen negativa similar a la positiva. Hace un año, la imagen negativa era inmensa, muy superior a la positiva. Dentro de un año la imagen positiva va a ser mucho más grande que la negativa. Sucede como con los muertos: cada día que pasa desde su muerte, el finado se transforma en mejor tipo”, dijo, como invocando una de las posibilidades del duelo.
–¿Qué va a hacer con el poder que acumule? –preguntó Página/12.
–Esperar –respondió el hombre–. Creemos que en 2007 Kirchner renueva el mandato, porque le va a ir bien en la gestión. Más allá de que pueda volver al Senado (Duhalde), la estrategia es fortalecerse en la provincia, actuar sobre el partido (Justicialista) y esperar. Contra la pared, como un jarrón chino.