ESPECTáCULOS › JULIAN WEICH EMPIEZA A CONDUCIR HOY “TRATO HECHO”, POR TELEFE
“Haremos que la gente gane dinero”
Luego de haber trabajado 18 años en Canal 13, el actor y conductor inicia hoy un programa de entretenimientos en la competencia. “Estoy en un programa que tiene que ver conmigo, no en ‘Disputas’”, dice.
Por Emanuel Respighi
A partir de esta noche, una nueva etapa comenzará en la vida personal y profesional de Julián Weich. Tras 18 años trabajando exclusivamente en la pantalla de Canal 13, desde su participación actoral en “Pelito” hasta la conducción de “Sorpresa 2002”, pasando por “El agujerito sin fin” y “Expedición Robinson”, entre otros programas, el actor y conductor arribará a Telefé, justamente el hasta hace unos meses canal de la competencia. Un cambio brusco, pero que la nueva estrella de Telefé está dispuesta a afrontar con toda su energía. “Desde que empecé en ‘Pelito’ que vengo creciendo año a año, con nuevos proyectos y programas. Llegar a Telefé es un crecimiento. Es un salto muy importante porque estoy cambiando de canal y con un programa nuevo. Estoy con ganas de afrontar el cambio y seguir adelante. De lo contrario, me hubiese quedado en mi casa o en Canal 13”, señala en la entrevista con Página/12.
El desembarco de Weich en Telefé se hará efectivo a través de “Trato hecho”, un programa de entretenimientos que irá todos los domingos, a las 21. Producido por Endemol –“Gran hermano”, “Pulsaciones”–, el juego tendrá una dinámica que lo hará innovador en un género que parece condenado a repetirse. En primer lugar, porque 500 personas participarán juntas por 250 mil pesos, el premio mayor. Y además porque, a diferencia de muchos de sus competidores, en “Trato hecho” no necesariamente gana el que más sabe, sino el que es acompañado por la suerte y tiene capacidad de negociación. La estructura del juego es la siguiente: 250 personas –cada una con un acompañante– competirán entre sí en varias rondas eliminatorias de preguntas, de las cuales queda una sola persona. El ganador deberá elegir la valija, entre un total de 26, en la que crea que se encuentran los 250 mil pesos. A medida que el resto de las valijas se van abriendo, la banca –que tampoco sabe en qué valija está el premio mayor– irá ofertando una suma de dinero que el participante deberá decidir si acepta, retirándose con la suma acordada, o si prefiere conservar su maletín con la esperanza de que haya un monto mayor en su interior. “Haremos que la gente gane dinero. Si digo que será cultural o educativo, estoy mintiendo”, reconoce Weich.
–A lo largo de casi dos décadas logró conquistar al público a través de diferentes programas en Canal 13. ¿Cómo vive este cambio?
–Yo intento que mi relación con el público no se pierda. Si es a través de Canal 13, Telefé, la radio, el teatro o el cine, no me interesa. Obviamente, mi mayor laburo y crecimiento fue a través de la TV. Pero mi relación con la gente es a través de los medios de comunicación. Yo trato de ser el mismo y apunto a lo mismo haciendo esta nota, caminando por la calle, haciendo una película o trabajando para Unicef. Apunto a mantener una relación con la gente a través de hacer buenos programas. Pero ese logro no pasa por un canal.
–¿Por qué se fue de Canal 13?
–En este tiempo me surgieron muchas preguntas. Cada vez que termina un año no sé cómo va a seguir mi carrera. Se cerró la negociación con el 13 porque no había garantías de mi continuidad ni estaba conforme con lo que me ofrecían. Pero no fue una cuestión de plata solamente, también depende del horario del ciclo, las condiciones en las que uno se queda. Hay un montón de factores que hacen que uno se quede o se vaya de un canal. No estaba conforme con algunas de las cosas que me ofrecían y sí me conformó la propuesta de Telefé, porque hoy como está la TV no es fácil encontrar programas que sean para toda la familia. Pero no hubo una pelea.
–Al plantear que pasar a Telefé es un crecimiento, ¿está diciendo que Telefé está por encima del 13?
–Las pantallas de Canal 13 y de Telefé son como River y Boca. Pero nadie sabe quién es River y quién es Boca. Son los dos canales Nº 1, que de pronto uno gana la Intercontinental y otro el torneo local. Son canales que se reparten las copas. Pero más allá de los canales, a mí lo que me importa es hacer un buen programa de televisión, así lo tenga que hacer en Canal 1 de Necochea. Estoy contento de estar en Telefé, porque es una pantalla caliente, pero yo me tengo que ocupar de mi programa. De lo contrario, saco a las 26 bailarinas desnudas y me garantizo un piso de 15 puntos. Y después hago un par de chistes más y sumo algún punto más.
–En los últimos años cultivó un perfil de conductor familiar. La pantalla de Telefé siempre estuvo asociada a la familia y el entretenimiento. ¿Cree que Telefé es el lugar ideal para su trabajo?
–Cuando yo miro a una cámara de TV veo una familia. No me importa de qué barrio, zona o condición social. Siento que le hablo a la familia. Si apunto a un público de 11 años, más de una vez me voy a quedar hablando solo. Vengo a Telefé a hacer un programa que tiene que ver conmigo. No es que llego para hacer “Disputas”, que es un programa que me gusta, pero que no va con mi perfil. Vengo a Telefé a hacer lo que sé.
–¿No teme a que su traspaso genere una competencia similar a la que surgió con el cambio de Telefé al 13 de Guillermo Francella?
–No creo. A mí no me gusta hablar ni de los demás artistas ni canales. Lo que haga cada canal es problema de cada canal. Me preocupo por hacer de la mejor forma “Trato hecho”. Para mí el rating es lo mínimo necesario para que el programa siga. Mientras que al canal le alcance para que mi trabajo siga, es el mejor rating del mundo. El mejor rating del mundo es el que a mí me permite continuar trabajando.
–¿Es más difícil plantear nuevos formatos en los canales en estos tiempos de crisis?
–Sí. Exceptuando los periodísticos, la televisión, para mí, está dividida en dos ramas: los programas de entretenimientos y la ficción. Creo que hay buen nivel de ficción en todos los canales, se ha emparejado el nivel para arriba. En cambio, en el entretenimiento se ha nivelado para abajo. Hubo muchos programas, como “Expedición Robinson” o “¿Quién quiere ser millonario?”, que no pudieron hacerse más por una cuestión de costos: hay que pagar formatos e invertir mucha plata en escenografías y premios. Si hoy hubiese que hacer “Robinson” se haría en el Tigre, con 20 voluntarias y el premio sería una cena en el mercado de frutos. Es la realidad argentina que vivimos. El tema calidad está muy ligado al tema inversión. Hoy en día no es fácil invertir, porque no es fácil recuperar. Y la TV, más allá de ser un medio de comunicación, es un negocio.