ESPECTáCULOS
“Artísticamente, Argentina es un país más interesante que España”
Ciro Fogliatta, ex integrante de Los Gatos, sostiene que su retorno al país tras 23 años tuvo que ver con un cambio de expectativas artísticas: “Allá, con ‘Operación Triunfo’ se terminó la música”, dice.
Por Cristian Vitale
Es extraño ver a Ciro Fogliatta, ex tecladista de Los Gatos, Polifemo y Espíritu, convivir naturalmente con un entorno bastante distinto del que lo rodeó durante más de dos décadas. En la hora que dura el té y la charla con Página/12 en un bar porteño, al menos 10 chicos desfilan por la mesa pidiendo monedas o vendiendo lapiceras. Pero no le llama la atención. “En España también hay pobreza, pese a que lo venden como un país del Primer Mundo. La verdad es que las diferencias entre los dos países no son como se las presenta”, admite con conocimiento de causa. Fogliatta vivió allí 23 años –fue como parte del grupo de Moris que grabó Mundo Moderno en 1980— y se instaló para regresar recién empezado el nuevo siglo, esta vez para quedarse. “Allá hay una masificación a lo bestia. La cultura pop es tremenda. Con ‘Operación Triunfo’ diría que casi se terminó la música. Durante el verano, el rock no vendió un puto show”, comenta, precisando una de las causas que motivaron su retorno. Pero hubo otro motivo: animado por su amigo y productor, Andrés Calamaro, el pianista editó un disco de blues de los años ‘20 y 30, que pretende difundir aquí.
“Dado el auge del pop, mi música en España no podía tener mucho lugar. Salvo Andrés o Ariel Rot, ya no quedan tipos que requieran de músicos del palo. ‘Operación Triunfo’ eclipsó a bandas que venden 50, 60 mil discos. ¡Imagínese en qué situación quedé yo! En Argentina, al menos, hay oídos más dispuestos para escuchar blues. Artísticamente, es un país más interesante.” Miss Parrot –así se llama su cuarto disco solista— es una revisión muy personal del blues pre-Chicago, matizada con cinco canciones propias, que marcan cierta distancia respecto de West End Blues (1999), su predecesor. “Este disco es una manera de alejarme un poco de la elite del blues y elaborar una personalidad distinta. No por avidez, sino porque necesito que una FM me difunda”, admite. Más allá de las diferencias entre ambos discos, los unifica el hecho de estar cantados en inglés, iniciativa que colisiona con aquel Fogliatta pionero y militante del rock en castellano. “El blues se canta en inglés que, a diferencia del castellano, es dúctil, muy fácil. Es verdad que fui de los impulsores del rock en castellano, pero eso no impide que retome una etapa anterior. Además, hay que tener cuidado con el nacionalismo musical.”
–¿Cómo piensa vender el disco en Argentina, siendo que el blues tiene un mercado acotado, y que encima el idioma le quita llegada?
–Lo notorio del disco es que son temas desconocidos para la mayoría. Si bien está “Route 66”, también hay canciones como “Love Me”, que fueron poco versionadas. Eso puede despertar mucho interés. Me voy para atrás porque el blues es como el tango..., casi todo lo mejor se escribió entre los ‘20 y los ‘30. Mis versiones tienen poco que ver con las originales. Hay varios que lo hacen en Argentina. Y otros que apoyan.
–Por ejemplo...
–Calamaro. Grabé mis discos gracias a la energía que me brindó tocar en su banda. Lástima que el disco se hizo mientras él estaba metido con El Salmón y eso le impidió venir a España. La única en que toca es “Looking the World Over”, en la que interviene Pappo. Andrés lo llamó, se sentó y tocó. Fue algo muy caótico.
–¿Qué opina de la tradición del blues en Argentina? Usted aparece un poco alejado de ella, porque vivió mucho tiempo en España y además canta en inglés.
–Manal y La Banda del Paraíso son excepciones a la regla. Eran impresionantes. Pappo está en el blues, pero le gusta el heavy metal. No veo al blues en castellano como un estilo propio, más bien como un estilo de grupos. Por ejemplo, La Mississippi o Botafogo, que es un lujo para Argentina. Igual, tengo que aclarar que me fui porque 1979 fue un año nefasto. No salía a ningún lado, mis amigos estaban obnubilados con el jazz rock, que era lo único que sepodía tocar. ¿Quién va a llevar en cana a una banda de jazz rock? Y nadie podía hacer canciones contestatarias. A los únicos que vi, en la época, fue a Los Redondos... eran muy radicales y estuve todo el recital cagado, mirando si llegaba la cana. Decían cosas que nadie se animaba.