SOCIEDAD
La detención de un hijo del poder apunta a la hipótesis de la fiesta
Antonio Musa Azar, hijo del ex jefe de inteligencia de Juárez, fue detenido por falso testimonio. El nuevo juez de la causa apunta a vincular la presunta fiesta con una red de narcotráfico.
Por Alejandra Dandan
El delito es excarcelable. Sin embargo, el hijo del todopoderoso ex jefe de los espías de Carlos Juárez quedó detenido ayer por falso testimonio. A la mañana, Antonio Musa Azar de 21 años, se había presentado en los tribunales de La Banda para ampliar una declaración anterior. El nuevo juez que investiga el doble crimen de Santiago buscaba precisiones sobre uno de sus viajes a Guayamba, el pueblo de Catamarca donde –según una de las hipótesis de la causa– se hizo la fiesta donde terminó muriendo Leyla Bshier Nazar. La primera vez que habló, el muchacho había situado aquel viaje durante el mes de febrero. En cambio, ayer dijo que fue en enero, cerca del día de la desaparición de Leyla. Aunque el hijo de Musa puede quedar hoy en libertad, su detención se leyó como un señal de aliento entre los familiares de las víctimas. Están convencidos de que, por primera vez, la investigación avanza sobre la hipótesis que vincula los crímenes con una fiesta y con los hijos del poder. En ese sentido, la justicia evalúa ahora incorporar a la causa un testimonio clave que conectaría a los protagonistas de la fiesta con el tráfico de drogas.
Desde hace meses, Antonio Musa Azar se había convertido en uno de los personajes más nombrados entre los familiares de Leyla y Patricia Villalba. Sus datos aparecieron cuando el abogado Luis Santucho mencionó a los hijos del poder entre los participantes de la fiesta en la que habría muerto Leyla. En su hipótesis, Antonio fue uno de los que estuvo en una finca de Guayamba entre el 16 y 19 de enero durante una fiesta con excesos de drogas junto con buena parte del staff político de Santiago.
Hasta ahora, ninguno de los supuestos participantes de la fiesta reconoció que estuvo en Guayamba para la fecha del crimen. Ese es el caso del defensor del Pueblo, Gilberto Perduca, y de Carlos “Pololo” Anauate, uno de los diputados más poderosos del juarismo, mencionado como participante en la fiesta y, según declaraciones del fiscal federal Jorge Borges, con fuertes conexiones con los narcos de la provincia. En ese contexto, el testimonio de Musa Azar hijo ayer convirtió la hipótesis de Guayamba en una opción más sólida: “Sinceramente –dijo–, no recuerdo la fecha en la que estuve en Guayamba, para enero creo que ha sido”, explicó poco antes de entrar a tribunales.
Esa declaración modificó sus dichos anteriores. El mes pasado, frente al entonces juez de la causa Dardo Herrera, no había dicho “enero” sino “febrero”. “Aunque con anterioridad dije ‘en febrero’ –explicó ayer–, nadie está obligado a decir lo que hizo hace seis meses, no puedo estar anotando todo lo que hago por día.” Aunque “Musita”, tal como lo llaman en Santiago, no tiene por qué acordarse de sus vacaciones, la contradicción le provocó un mal trago. Su nuevo paso por tribunales se produjo por las contradicciones con otra testigo, una de sus amigas llamada Belén Sarco. La chica había estado en Guayamba el 16 de enero, y ese día había visto al hijo del ex comisario. Ayer, la nueva declaración de Musa hijo pasó al Juzgado del Crimen I de La Banda. El juez Ramón Gómez, a cargo de ese juzgado, pidió su detención y durante esta mañana le tomará declaraciones y evaluará si lo deja en libertad.
El joven es uno de los estudiantes avanzados de la carrera de Medicina de la Universidad de La Rioja. Hace dos meses, el juzgado de La Banda pidió al rector de esa casa de estudios sus antecedentes para comparar sus declaraciones con los períodos de vacaciones y la cursada de materias. “A poco de terminar una carrera –se defendía ayer–, no voy a arruinar mi vida de esa manera, más con una hipótesis”.
Quienes no le creen son las familias de las víctimas, que además son parte en la causa. Están convencidos de que “Musita”, era uno de los “hijos del poder” que, a través de su padre, podría montar la trama de encubrimiento que se necesitaba en Santiago para tapar los crímenes. Luis Santucho, el abogado de los Villalba cree que el joven es la pieza clave para conectar la fiesta con un supuesto paso por el hospital Independenciadonde, por orden del ex comisario Musa Azar, se habría intentado reanimar a la muchacha. “Que lo hayan detenido es un paso adelante –decía anoche Santucho–. Aunque quizá no ha participado de la fiesta negra, quienes estuvieron lo necesitaban para que su padre libere la zona del hospital y después entorpezca las investigaciones.”
La fiesta, los hijos del poder y la relación de Musa Azar con esta causa ahora tendrá un nuevo giro. El juez Arrulfo Hernández comenzó a interesarse por una causa de narcotráfico que tiene el juez federal de Chaco, Carlos Skidelsky. Por esa causa está detenido Marcelo Gómez, un concejal del juarismo de la Capital de Santiago. Según la agencia Télam, Hernández analizaba ayer la posibilidad de enviar un oficio al juzgado de Chaco para incorporar el testimonio de Gómez. Ese testimonio es clave: se trata de uno de los testigos que pedían los familiares de Villalba para avalar la hipótesis de la fiesta.