ESPECTáCULOS
El baile de Peteco y el mate Nochero
Carabajal fue una de las figuras destacadas de la sexta luna. Hoy se espera una plaza bien llena, con Los Nocheros como atracción principal.
Por K. M.
La sexta noche del Festival Nacional de Cosquín mostró en la plaza Próspero Molina una programación con varios momentos de calidad, con un público cálido y entusiasta que siguió con respeto las propuestas, y supo exigir bises ante cortes artísticos. Peteco Carabajal brindó un potente set con invitados variopintos: el rosarino Jorge Fandermole, que pisa por primera vez este escenario, la sanjuanina Claudia Pirán y el santacruceño Rubén Patagonia, con look y actitud metálicos en su repertorio del sur argentino. También se destacaron Teresa Parodi, con Lito Vitale, Abel Pintos y Afo Verde como invitados, y las cordobesas De Boca en Boca, con sus ritmos tradicionales de todo el mundo. A pesar de la programación equilibrada y del buen clima que se vivió en la sexta luna, la taquilla sigue sin repuntar, y los blancos en las butacas se hacían notar con sólo el treinta y cinco por ciento de la capacidad cubierta.
La última vez que Carabajal pisó este escenario, el año pasado, armó un revuelo al seguir al pie de la letra las indicaciones de su espectáculo El baile, e invitar a chacarerear a todo el que quisiera sobre el escenario. El show en vivo y la transmisión televisiva terminaron abruptamente cuando los bailarines desbordaron el escenario. Esta vez, el santiagueño fue más medido. Presentó los temas del disco que grabó en vivo a partir de ese espectáculo, y las invitaciones se limitaron a sus tres colegas. “Sería lindo que de a poco empecemos a escuchar otras cosas”, advirtió desde el escenario. “El éxito está bueno, pero hay que saber abrir el panorama”, reflexionó. Su show, con una bella versión de Oración del remanso a dúo con Fandermole, y un final de violinazos rockeros con Entre a mi pago sin golpear junto a sus invitados, apuntó en esa dirección.
Antes de esto, Teresa Parodi, que está cumpliendo veinte años desde que recibió el premio Consagración en Cosquín, recordó con emoción la primera vez que pisó el escenario Atahualpa Yupanqui. Hubo un comienzo más litoraleño y un repaso por los temas de su último trabajo, Soy feliz. El final de su show llegó con la canción que da nombre al disco, junto a sus invitados, Lito Vitale, Abel Pintos y el músico y productor Afo Verde. La de hoy es una apuesta fuerte en cuanto a taquilla, con la actuación de Los Nocheros. El grupo hará una doble actuación, y tendrá a su cargo una especial apertura, tres horas antes de lo normal, a las 19, con una “mateada y prueba de sonido con el público”.
La idea es que, desde las 19 hasta las 21, los integrantes del cuarteto vayan rotando del escenario a las butacas, para oficiar de cebadores. Luego harán una hora de su espectáculo habitual, y a las 22, cuando comienza la televisación, cantarán el Himno a Cosquín y presentarán a todos los artistas de la noche. Cuando todavía está fresco el papelón del año pasado en Córdoba (saltó el disco sobre el que estaban haciendo playback, ante cuarenta mil personas), algunos ven esta estrategia como una forma de reconquista hacia el público. Otros apuntan que no les hace falta: ya pasaron por la prueba de Jesús María, sin emitir comentarios al respecto, y nadie les reprochó nada.
La otra movida importante es la que prepara para mañana Antonio Tarragó Ros. En un homenaje a su padre, “el Rey del Chamamé”, el músico reunirá a cien acordeonistas de todo el país para encarar una Tarragoseada multitudinaria. Como en las viejas épocas coscoínas, cuando llegaban colectivos repletos con delegaciones de distintas provincias, los cien músicos encararán clásicos del repertorio de Tarragó Ros. El acontecimiento ya tuvo una prueba piloto exitosa en Posadas, y aquí promete levantar polvareda.