ESPECTáCULOS › SECRETARIA DE CULTURA
Propuestas para una nueva etapa
Hoy a las 18, en un acto en Casa de Gobierno, el politólogo José “Pepe” Nun asumirá como nuevo secretario de Cultura, después del agitado paso por ese cargo de Torcuato Di Tella. El recambio de funcionarios abrió el debate sobre cuál es el modelo de gestión adecuado para un país en crisis económica y cultural. En esta página, personalidades de diferentes ámbitos culturales dan sus opiniones.
OSCAR TERAN *
Otorgar sentidos
“Una sociedad digna de ser vivida merece tener acceso a los bienes culturales, que son los que tienen que dar sentido. Aun las prácticas más elementales, los terrenos más biológicos como ‘comer’, están todas ellas habitadas por un mundo de símbolos y de significados que otorgan sentidos a las prácticas de que los seres humanos realizamos. Este éter es realmente vital. La cultura entre otras cosas tiene otra función dadora de sentido de diversas prácticas sociales, y cuanto más desarrolladas, más serias –lo cual requiere institucionalidad, financiamiento–, mejor. Una Biblioteca Nacional tiene que cumplir como biblioteca, tener libros y prestarlos. La cultura de un país es un objetivo central. Un modelo de país no debería ser una factoría, ahí vive gente que demanda sentidos en la vida. Para qué se está en este país, para dónde va este país, más allá de que lleguen inversiones. Una cosa no se opone a la otra: en términos más vinculados a lo científico y tecnológico, la economía está gravitando fuertemente en torno de sociedades de conocimiento, sociedades que sacan ventajas de otras por lo que saben. Otras disciplinas que no tienen que ver tan directamente con la aplicación económica, técnica o científica, sí tienen que ver con el modo en que una sociedad se ve a sí misma.
Argentina tuvo proyectos culturales, desde los que trataban de ser ‘cómo otros’, luego vino la ‘autoctonía’, hasta que se fue configurando. Hay distintos proyectos culturales, donde un secretario de Cultura va a tener algún tipo de posición al respecto: ¿la cultura alta, la intelectual o la cultura popular o de masas? Son alternativas planteadas. En las condiciones de la gestión anterior no se podía discutir, esperamos que sí en la próxima.”
* Profesor de la UBA y la
Universidad de Quilmes
e investigador del Conicet.
RICARDO BARTIS *
Un proyecto estratégico
“Di Tella enunciaba, de manera provocativa y reaccionaria, el estilo simpaticón de la derecha oligárquica, lo que es una realidad: la Secretaría de Cultura es un elemento, las más de las veces, decorativo. En la medida en que no hay un proyecto estratégico de nación, el elemento vinculado a cultura se remite a la distribución magra. Los cambios en el rubro son, más bien, bastante escenográficos. Aunque no lo conozco personalmente, Nun parece una persona seria. Lo de Di Tella era una suerte de gracia, que le permitió que todo el mundo supiera que su mujer tiene quince años menos y un libro sobre el método Pilates. Nosotros, simplemente, necesitaríamos que nos den algo, que reparen en nosotros. Las estructuras oficiales en relación con la cultura deberían aceptar que las expresiones más profundamente nacionales y argentinas las han dado sectores que son ignorados por la cultura. Nosotros somos ignorados por Di Tella y por el que fuere. Yo, en particular, soy ignorado: no tengo ningún tipo de contacto, nunca vienen a ver mis espectáculos, no les interesa lo que yo hago. No es que necesariamente sean mis enemigos, pero me despreocupa mucho, me he acostumbrado a no pedirle al Estado que realice su tarea, cuando debería ser una obligación.”
* Director teatral.
LUIS FELIPE NOE *
Definir de qué se habla
“Lo fundamental es que la nueva gestión piense y se concentre en algo central: de qué se habla cuando se habla de política cultural. Debe hacerse una reflexión profunda acerca de qué es. En algún momento, junto a un grupo de intelectuales, se lo habíamos planteado a la gestión de De la Rúa y no nos dieron pelota. Yo creo que, antes de improvisar, debe pensarse qué es la política cultural, y fijarse objetivos. No quiero decir más que eso. Porque, que yo sepa, jamás hubo una reflexión profunda sobre eso en la historia argentina. Hay países que saben mucho sobre esto, México o Brasil, por ejemplo. Pero nosotros, con toda la actividad cultural que tenemos, no sabemos qué es una política cultural.”
* Artista plástico.
MARCELO BIRMAJER *
Fortalecer la identidad
“No soy funcionario ni me especializo en políticas culturales. Pero creo que la función que debería cumplir la Secretaría de Cultura de la Nación tendría que estar dividida en tres grandes temas: cómo promocionar aquellos eventos culturales de calidad, que por distintos motivos no tienen promoción comercial (por supuesto que me refiero a los productosculturales nacionales). El segundo sería cómo lograr que los menos favorecidos económicamente tengan mayor acceso a los productos culturales de calidad, y el tercero cómo conseguir que la cultura se constituya en uno más de los recursos que permita atraer capitales y situar al país en una mejor posición en el concierto de las naciones. Una de las pocas cosas que se escuchan mundialmente sobre Colombia es el nombre de Gabriel García Márquez. A nuestro país se lo conoce por Maradona, Borges y Perón. La cultura determina el lugar que ocupa un país en el mundo, y basta con ver cómo Hollywood situó el modo de vida americano con sus películas. La cultura es como una cadena. Si se promovieran los mejores eventos culturales, se podría incluir a la mayor cantidad de gente posible, lo que fortalecería la identidad argentina en el plano internacional.”
* Escritor.
RUBEN SZUCHMACHER *
Romper automatismos
“La palabra cultura se usa en un sentido excesivamente amplio; en la acepción antropológica se refiere a los usos y costumbres de los ciudadanos, y en un sentido artístico, alude a la producción del arte y la literatura. Pero la Secretaría de Cultura tiene un campo específico de trabajo que son sus propios organismos: las salas de exposiciones, el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto de Cine, los museos, los institutos de historia, la banda sinfónica de ciegos o el Instituto de Teatro, entre otros. La historia, el patrimonio y las artes son los campos en los que opera la Secretaría de Cultura, y precisamente éstas son las áreas siempre postergadas de nuestro país, que no cuida el patrimonio, no hace reflexión histórica y no preserva a sus artistas.
La Secretaría de Cultura se encarga de la actividad histórica, patrimonial y artística. No se puede exigir al secretario de Cultura que cumpla las tareas del ministro de Educación o de Economía. Un secretario de Cultura tiene que alentar la promoción, la defensa y la creación de todo aquello que esté relacionado con su área de trabajo, ocuparse de que los organismos funcionen, que amplíen sus marcos de trabajo, se optimicen sus presupuestos y que ayuden a romper la estructura de centralización que presenta el país, dado que es un organismo nacional. En principio ese sería un campo de trabajo y, fundamentalmente, debería poner en crisis lo que ya está establecido, generar una reflexión que rompa con los automatismos, porque en la cultura argentina la construcción de los organismos tiene mucho de flor silvestre, pero la formación cultural no ha sido criticada, desmontada ni se ha promovido nuevas instancias de construcción.”
* Director teatral.
Producción: Mariano Blejman, Angel Berlanga y Silvina Friera