ESPECTáCULOS › ENTREVISTA A LA BANDA ESPAÑOLA REINCIDENTES
Punk rock a la sevillana
El sexteto, que se dio a conocer aquí de la mano de Attaque 77, mostrará mañana su virulencia en Cosquín Siempre Rock.
Por Yumber Vera Rojas
El nombre provocaba escozor en ambas orillas del Atlántico. Pero la verdad es que los en ese entonces Reincidentes argentinos, sin razones jurídicas de por medio, ampliaron su denominación a la de Pequeña Orquesta para evitar confusiones en ese proyecto de conquistar Europa en un futuro mediano. Mientras tanto, su homólogo español se empecinaba en el regodeo local. Los primeros reivindicaban ese post punk taciturno de Nick Cave & The Bad Seeds, a la vez que los sevillanos no estaban tan lejos del imaginario redskin que encabezaron los vascos Kortatu o los franceses Berurier Noir. No obstante, los porteños llegaron en 2002 a Madrid, dos años después de que lo españoles lo hicieran en Argentina. En esa ocasión, los ahora únicos Reincidentes participaron en tres conciertos junto a Attaque 77 (dos en Buenos Aires y uno en La Plata). En su tercera visita al país, el sexteto español, nuevamente de la mano de la banda liderada por Ciro Pertusi, tocó ayer en GAP de Mar del Plata y mañana lo hará en el Cosquín Siempre Rock 2005. “Vamos a mostrar un poco del disco nuevo, que recién estamos terminando. Estaremos tocando sin parar, al estilo Ramones, 30 canciones que representan la historia del grupo”, advierte Fernando Madina, bajista y vocalista de la banda punk española creada a fines de los ’80.
Madina señala que su nuevo trabajo –el 13º de su discografía– mantendrá la línea de su última producción en estudio, Cosas de este mundo, enmarcada en la aniquiladora combinación de punk, hardcore y heavy. “No somos de dar bandazos de izquierda a derecha. Somos un grupo que evoluciona en su sitio, en su manera y haciendo lo que sabe hacer. Quizá va a ser un poquito más garage que el anterior.” No obstante, es con el álbum ¿Y ahora qué? con el que encontraron su arraigo en América latina. “Para nosotros, en Latinoamérica lo bueno es más bueno y lo malo es más malo. Pero precisamente es más de verdad, y eso lo tenemos clarísimo en el cerebro y en el corazón.”
Si en su debut en Argentina lo de los sevillanos con Attaque fue amor a primera vista y en la segunda –donde también alternaron con las Penadas por la ley– fue idilio, esta tercera es pasión. “Tengo discos de Los Violadores, y Attaque me entra mucho por esa onda. Les vamos a agradecer siempre que nos hayan invitado. Personalmente, con Mariano (Martínez) tengo muy buena vibra y me gusta lo que ellos hacen aunque a veces sea más punk y otras sea más pop. Nos sentimos bien tocando juntos y tengo unas ganas locas de verlos”, dice Fernando, que tiene novia argentina. Está muy atento a los movimientos rockeros de la Argentina: “Me encanta Divididos por esa mezcla de folk con ese grunge y ese rock. Como ellos no hay nadie. Pero también podríamos hablar de la Bersuit y de muchas otras bandas que son fantásticas”. La tragedia de Callejeros también los golpeó. “Nosotros íbamos a tocar en Cromañón. Aquí dieron la noticia porque fue muy fuerte y nos ha afectado a todos.”
La generación de agrupaciones a la que pertenece Reincidentes –y de la que son afines Boikot o Soziedad Alkoholika– nació justo luego de la acalorada asonada española de agrupaciones punks en los ’80, constituida o por bandas como Siniestro Social y Los Nikis, caracterizadas por el retrato de fábulas sociales, o por propuestas más radicales como las de La Polla Records y Comando 9mm. “Aunque somos amigos de toda la escena, no entendemos de rock radical ni nos queremos integrar a eso. Somos un grupo de Sevilla que interpreta la realidad tal como la ve. Estamos acercándonos a los 40 y la vida se ve de una manera distinta.” Y en los ’90 convivieron, sin entrar en él, con el movimiento de indie rock español –paradójicamente cantado en su mayoría en inglés–.
“Fue de los mejores años para nosotros. Somos colegas de Dover, no nos pisamos público y a veces compartimos escena en festivales tipo Cosquín, que aquí hay muchos. A pesar de la Internet o la piratería, la escena española sigue gozando de buena salud. Puedes encontrar más rock en España que en otro país de Europa.” Originarios de la cuna del flamenco, el rock se ha visto relegado a un segundo plano en Sevilla. “En Granada, que está a 250 kilómetros, se produce más que aquí. Aunque forma parte de nuestra cultura popular, a veces es un obstáculo. Ahí hay una contradicción. Empezamos a tocar mucho más en el País Vasco, luego en Madrid y ahora sí somos profetas en nuestra tierra. Pero nos costó unos cuantos años hacerlo.”