ESPECTáCULOS
Un antídoto contra el bajón
Si “el teatro es algo que se experimenta, y experimentar es un modo de pensar”, como dice el director Robert Wilson, el 2002 se encargó de subrayarlo en la Argentina: se estenaron más de 500 obras para adultos y unas 100 destinadas para el público infantil. “Cuando vivís en crisis, necesitás expresar tus sentimientos como artista”, analiza al respecto. “El público, en cierto modo, requiere de una caricia, busca hacer catarsis. Por eso, cuando la situación social parece estallar, la cultura se hace más visible e indispensable para todos”, agrega. “El que podía pagar una entrada o asistir a un espectáculo gratuito, sentía que la cultura le otorgaba una posibilidad de evadirse de la realidad cotidiana”, considera a su vez Amelia Bence. “Si te quedás encerrado en tu casa y dejás que los malos pensamientos se apoderen de tu mente, seguramente eso te va a dañar psíquicamente. Una obra de teatro o una película, te permiten que durante una hora y media te olvides de las cosas tremendas que pasan en el país y en el mundo.”