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- Adrián Suar: Interpretando al dueño de una agencia de seguridad dispuesto a vengar la muerte de su hacedor, el gerente de programación del 13 volvió a la actuación en una miniserie policial (anteriormente había hecho Poliladron, Comodines y 22, el loco), cuya mayor innovación es que está filmada en televisión de “alta fidelidad”. La audiencia, por ahora, lo acompaña: en sus tres primeras emisiones, Sin código promedia los 22 puntos de rating.
- Jorge Maestro: Tras una década desde la finalización de la versión original, Maestro resucitó el unitario Los machos y volvió a encargarse de los libros del ciclo, en el que cuatro hombres se juntan a comer y a hablar de temas varios. Pero el regreso de la ficción a la pantalla de América no fue el esperado: además de la malograda factura técnica, Los machos de América apenas si alcanza los 4 puntos de rating por emisión.
- Leonardo Bechini: En su condición de programador de los contenidos de ficción del canal estatal, el ex guionista de Pol–Ka escribe los libros del unitario sobre parejas De la cama al living y repuso Un cortado: historias de café, donde además de guionista es director. Aunque por tratarse del canal estatal no debería interesar, ambos programas superan el promedio general del 7.
- Claudio Villarruel: Con el rélax de saberse al frente de la pantalla líder de audiencia del país, el director artístico de Telefé se dio el gusto de abrirle un espacio a los cortometrajes en la TV abierta con el concurso Telefé cortos (del que además es jurado) y el musical de cierre diario Música para soñar. “Son dos propuestas de contenidos diferenciales –dice–, que responden más a intereses personales que competitivos.” Telefé cortos promedia los 12 puntos cada domingo, mientras que Música para soñar alcanza los 7 puntos media hora después de la medianoche.