El ideal de género de la autonomía no siempre es explícito o consciente, pero tenemos indicios de él a partir del malestar que provocan las conductas ligadas a estereotipos tradicionales o a la vergüenza que producen las actitudes de dependencia. El ideal de la autonomía se ha construido a partir de modelos sociales que portan una nueva feminidad relacionada con la independencia económica y la asunción de nuevos roles en el espacio público. En ocasiones, el deseo de autonomía se encuentra coartado, limitado u obstaculizado por el miedo a la soledad, a la pérdida del amor o a la aprobación de los otros, y muchas veces se minimizan los logros o se intentan diluir para no entrar en conflictos vinculares con las parejas masculinas.

Según Marcela Lagarde (La soledad y la desolación, revista digital www.modemmujer.org, febrero de 2003), el miedo a la soledad es un gran impedimento en la construcción de la autonomía femenina, ya que desde pequeñas se promueve en las mujeres un sentimiento de orfandad sustentado en la idea de la soledad como algo negativo y que el sosiego depende de la presencia del hombre; las mujeres son educadas en la fantasía de que será un hombre quien podrá quitar todo sentimiento de desolación o pérdida. Esta creencia incrementa la necesidad de contacto personal permanente, es decir, genera una necesidad de apego. En función de esto, la autora propone romper con los atributos de género, tales como los monólogos subjetivos internos, las evocaciones, las rememoraciones, como sustitutivos de la acción y como parte de la cultura romántica: ruptura necesaria para poder pasar al protagonismo en el espacio público y a la autonomía. Vivir en un mundo androcéntrico y patriarcal, dice la misma autora (Autoestima y género, íd., octubre de 2001), daña la autoestima de las mujeres, provocando una profunda experiencia identitaria: la de ser asintónicas. Es por ello que propone transformar la asintonía del malestar, en bienestar, lo que requiere un lenguaje, un discurso, unos valores, una ética y una visión alternativa del mundo que se corresponda con un nuevo paradigma y produzca una identificación positiva con aquellas que sienten, piensan y anhelan cosas semejantes.