Al igual que en el Medioevo, hoy se sigue nominando a algunas mujeres como “brujas”, término que tantos estragos causó en la historia de la humanidad. Pero ¿quiénes son las brujas actuales? Muchos maridos llaman bruja a su esposa cuando quieren mostrar algún poder que ella ejerce sobre él y con esta aparente ironía promueven la solidaridad de su género. Asimismo, tanto hombres como mujeres suelen llamar brujas a mujeres que despliegan cierta autoridad considerada como excesiva para su género o demuestran tener capacidades intelectuales y/o perceptivas superiores a la media, las que se connotan así como poderes paranormales. En todos los casos, el término “bruja” designa en la mujer un poder que no debería portar, ejemplificado desde los viejos cuentos infantiles con la escoba voladora que le permite trasladarse y volar de un lugar a otro. La mujer que ejerce poder es odiada y temida y el estereotipo de bruja está presente desde los textos homéricos hasta los bíblicos y tiene un lugar privilegiado en la discursividad de muchos analizantes actuales y sobre todo en los hombres.