SOCIEDAD › EZEQUIEL DEMONTY SIGUE SIN APARECER EN EL RIACHUELO
La búsqueda más dolorosa
Mientras los buzos siguen rastrillando en el agua podrida, los padres se ilusionan con encontrarlo vivo. Hubo varios llamados sobre chicos perdidos. Hasta ahora, ningún policía fue imputado.
La búsqueda continuó en el Riachuelo por segundo día consecutivo, sin resultados. Pero también se extendió a tierra firme, en las estaciones ferroviarias de Gerli, Lanús y Remedios de Escalada y sus alrededores, donde vecinos de esas localidades dijeron haber visto a un muchacho parecido a Ezequiel Demonty, el chico de 19 años a quien la policía obligó a arrojarse a las aguas contaminadas y que desde el sábado está desaparecido. Fueron varias llamadas de personas que dijeron haber visto a un muchacho golpeado, mojado, con las zapatillas embarradas o tambaleándose. Por eso, los padres de Ezequiel, acompañados por familiares y amigos, recorrieron esas zonas, sin éxito, y pegaron afiches con la imagen del chico desaparecido. Aunque hay once policías bajo arresto preventivo, aún no hay imputados en la causa. “Estamos intentando determinar las responsabilidades y cuando las tengamos, vamos a pedir la declaración indagatoria”, dijo una fuente vinculada a la investigación.
El caso llegó ayer a la Legislatura porteña, donde se aprobó un pedido de informes para saber si el comisario Juan Carlos Pereyra, separado de su cargo como titular de la comisaría 34 a raíz de esta denuncia, “pidió autorización (al Gobierno de la Ciudad) para que el candidato a jefe de gobierno, Mauricio Macri, visite las escuelas de la zona ‘para dar charlas con docentes y padres’”. Los legisladores recordaron que Macri, hace quince días, se había pronunciado públicamente por “meter presos a los cartoneros porque se roban la basura”. Y que Ezequiel Demonty pertenece a una familia de cartoneros. Anoche, voceros de Macri desmintieron toda vinculación del candidato con el comisario Pereyra. Otro pedido de informes, aprobado ayer, está dirigido al jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino, para que explique los hechos protagonizados por los policías de la comisaría 34.
Entre las decenas de llamados que se recibieron ayer con pistas que, hasta ahora no resultaron efectivas, hubo dos amenazas en las casas donde los testigos clave reciben mensajes telefónicos: “Cortala con hablar contra la policía porque son boleta”, fue el mensaje anónimo que recibieron los chicos, uno de 18 años, el otro de 14. Los dos estaban con Ezequiel en la madrugada del sábado, cuando un grupo de policías los obligó a tirarse a las aguas del Riachuelo.
Por el momento, la instrucción está a cargo del fiscal Marcelo Romá, quien ya tomó declaración testimonial a doce personas que, en su mayoría, fueron coincidentes con el relato de las víctimas. Uno de los testigos aseguró que está en condiciones de reconocer a los “once o doce policías que se desplazaban en tres patrulleros”. La jueza de instrucción María Cristina Bértora aún no recibió el expediente.
Mientras, los buzos de la Prefectura Naval retomaron la búsqueda en el Riachuelo, en una zona cercana al Puente Uriburu, en Pompeya, en dirección a la desembocadura. “La búsqueda se hace al tacto porque la visibilidad en el agua es nula, y la presencia de basura dificulta la tarea”, dijo el subprefecto Alejandro Annichini, jefe de la división Salvamento y Buceo de la Prefectura.
Mientras los buzos trabajan sobre la peor de las hipótesis, la búsqueda de la familia se orienta hacia la ilusión de encontrar a Ezequiel con vida. Esa expectativa fue alimentada ayer por decenas de llamadas, algunas recibidas en el teléfono habilitado por la Defensoría del Pueblo porteño (4338-4900), otras, en los particulares de familiares o allegados a las víctimas.
“Hubo llamadas desde Gerli, Lanús y Remedios de Escalada, todas localidades vecinas del sur del conurbano, donde se describía a un chico perdido, sentado en el piso, con la ropa mojada o con las zapatillas embarradas”, relató a Página/12 Gustavo Lesbegueris, el defensor adjunto que viene acompañando a la familia de Ezequiel en la búsqueda. Un chico con esas características fue dado de alta ayer en el Hospital Evita de Lanús, después de ser identificado por la policía.