Un hombre, de apellido Arrúa, fue liberado ayer por la madrugada, luego de haber sufrido un extraño secuestro que comenzó el lunes por la noche, cuando fue a cobrar una deuda por un supuesto alquiler, en un domicilio ubicado en Dorrego al 2400, de la localidad bonaerense de San Miguel. Allí fue golpeado por varias personas que le fisuraron varias costillas, que le dieron golpes en el rostro, que lo torturaron y que le exigían, a la novia de Arrúa, el pago de un rescate de tres mil pesos. Fuentes policiales dijeron que “no se trató de un secuestro clásico, sino más bien de un ajuste entre delincuentes”. Por el caso hay cinco detenidos, entre ellos una adolescente y un “supuesto abogado”.

De acuerdo con la información policial, Arrúa se presentaba como dueño de la casa de la calle Dorrego cuando en realidad no lo era. Por esa razón, cuando fue a cobrar el alquiler de la vivienda, los inquilinos decidieron secuestrarlo para cobrar los tres mil pesos y para obtener algún tipo de documentación que les sirviera para apropiarse de la casa.

Arrúa se había presentado en la casa acompañado por su novia, que se quedó en la puerta, sin entrar a la vivienda. Los inquilinos le exigieron a ella que fuera a buscar el dinero para liberar a su novio, pero la mujer hizo la denuncia ante la Subdelegación de Investigaciones de San Miguel, que le puso fin al extraño secuestro. En el caso intervino el fiscal federal de Tres de Febrero Blanco García Ordás.