SOCIEDAD

Una madrugada de terror en el country de Campana

Un matrimonio fue asaltado en su casa del country El Bosque. Estuvieron cautivos dos horas y casi los picanean. Para la Justicia, hubo complicidad desde algún miembro del servicio de seguridad.

Si los countries eran vistos como el último reducto de seguridad que quedaba en el país, parece que de ahora en adelante no será más así. Es que ayer, en un barrio privado de Campana, un matrimonio cordobés pasó una madrugada de terror: dos hombres armados lo asaltaron y lo mantuvieron cautivo durante dos horas. En su denuncia, marido y mujer –embarazada de siete meses–, contaron que, para amedrentarlos, uno de los delincuentes cortó un cable de electricidad y amenazó con picanearlos, mientras el otro revolvía la casa en busca de dinero. Finalmente, los hombres, tras maniatar a sus víctimas, huyeron con mil dólares, 400 pesos y un anillo de oro. Las hipótesis de los investigadores acerca de cómo los asaltantes pudieron entrar y salir del country sin ser vistos apuntan hacia la posible existencia de al menos un cómplice entre el personal de seguridad del lugar.
“Somos de la custodia, señora. Tenemos noticias de Córdoba”, escuchó sorprendida Sabrina, cuyo apellido no trascendió, luego de preguntar quién era el que golpeaba insistente la ventana de su dormitorio. Era la una de la madrugada y la mujer descansaba junto a su marido Carlos Cornú, de 29 años, en la casa que la empresa donde él trabaja alquila en el country El Bosque, ubicado sobre la Ruta 9, en Campana. De inmediato, y bastante asustada debido a que sus padres habían partido un día antes en auto hacia esa provincia luego de una breve visita de fin de semana, la mujer abrió la puerta, para encontrarse de frente con los delincuentes.
“Eran dos hombres armados, encapuchados con pasamontañas, vestidos completamente de negro y con guantes de látex que nunca se sacaron, con lo cual no dejaron huellas”, detalló a Página/12 el fiscal del caso, Juan José Maraggi. Según explicó Maraggi, apenas ingresaron a la casa, los delincuentes esposaron a Cornú en un dormitorio y encerraron a la esposa en otro, mientras revolvían la vivienda en busca de dinero. “El hombre les dijo primero dónde había una parte de la plata y después de un rato dónde estaba la otra. Por eso los delincuentes no se querían ir, porque creían que tenían más plata”, contó el fiscal. Así fue que la situación se puso muy tensa: “Como él (Cornú) les decía que no había más, uno arrancó un cable de luz y amenazó con picanearlo”, precisó Maraggi.
El joven ofreció entonces sus tarjetas de crédito y hasta su auto, con lo que logró convencer a sus captores de la ausencia de más dinero en la casa. Así, pasadas casi dos horas y luego de maniatar a la mujer con el cable del teléfono, los asaltantes huyeron a pie del lugar, para desaparecer en la oscuridad. “Hay cosas extrañas en el caso. Una es que la vigilancia del country haya denunciado el hecho recién a las 5 de la mañana, dos horas después de haberse enterado. Otra es la información con que contaban los ladrones sobre el origen de la pareja”, admitió el fiscal. Además, fuentes de la comisaría de Campana aseguraron a este diario que el alambrado que rodea al barrio privado no había sido cortado. También con respecto al servicio de seguridad del lugar, uno de los propietarios del country disparó contra los guardias de la antigua empresa de seguridad, hace unos meses reemplazada por la actual Segurfer SA. “Aunque se trata del primer robo con gente adentro, a partir de que cambió la empresa empezó a haber robos a las casas deshabitadas que se usan como casaquintas”, sostuvo el propietario, cuya identidad no fue difundida. Por lo pronto, anoche los investigadores hallaron la ventana rota de una casa próxima a la asaltada y manchas de sangre alrededor. “Puede ser de los delincuentes, pero no podremos saberlo hasta hablar con los dueños, que la ocupan los fines de semana”, comentó Maraggi, quien agregó que “quizás allí se hayan ocultado los delincuentes antes del asalto”.
Aunque prefirió no descartar ninguna hipótesis, el fiscal se mostró más proclive a sospechar de la seguridad actual del country que de la anterior. “El cambio de empresa fue en abril y la pareja se mudó en julio, la única posibilidad es que haya quedado algún contacto adentro”, sostuvo. Y concluyó: “De lo que no me caben dudas es de que alguien del country pasó información sobre la pareja y que quienes cometieron el robo eranprofesionales: durante las dos horas no se descubrieron los rostros ni se sacaron los guantes”.
Informe: Darío Nudler.

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