Chucky ya no es el mismo. Aquel pibe chorro que en 2002 tomó de rehenes a 14 personas en un supermercado y con sus tiernos 15 años se entregó a la policía borracho, vomitando y de rodillas, ha cambiado de rubro. Ayer, M.A.B. fue nuevamente detenido, sindicado como presunto líder de una banda de secuestradores exprés que en los últimos 30 días cometió, al menos, cuatro de estos delitos en el sur bonaerense.

La banda, compuesta por diez personas, fue desbaratada a partir de una investigación de la Fiscalía Federal Nº 1 de Lomas de Zamora, que identificó los aguantaderos donde se mantenían cautivas a las víctimas. Las detenciones estuvieron a cargo de las delegaciones de investigaciones locales que tras 15 allanamientos en la Villa Tranquila, de Avellaneda, secuestraron armas de grueso calibre y tres motocicletas. El operativo contó con la participación de unos 300 efectivos y sólo uno de los miembros del grupo, en su mayoría jóvenes, está prófugo.

Según fuentes judiciales, la banda actuaba en las localidades de Lomas de Zamora, Lanús y Quilmes. Las víctimas (tres hombres y una mujer) fueron secuestradas al voleo y liberadas tras seis o siete horas de negociación, previo pago del rescate. El último de los hechos fue concretado el 2 de julio pasado en una causa en la que la fiscalía tiene acreditada, por escuchas telefónicas, que el negociador y líder de la banda era Chucky, también conocido como “Miguelito”.

Seis años atrás, este joven protagonizó una famosa toma de rehenes en un supermercado Eki, en Pavón al 2300, partido de Lanús. Chucky y sus secuaces, Cristian “Chispita” y Gabriel “El Oreja”, habían entrado a robar, pero la situación se les fue de la mano cuando llegó una patrulla policial, a cuyos efectivos les llamó la atención los movimientos dentro del supermercado. Entonces decidieron atrincherarse con 18 personas que había en el comercio. A cuatro de ellas, en su mayoría niños, las dejaron salir a los pocos minutos, mientras que las otras 14 víctimas las mantuvieron como rehenes durante más de cuatro horas.

Las negociaciones con los policías del Grupo Halcón fueron muy tensas porque los ladrones saquearon las góndolas y tomaron una mezcla de diversas bebidas alcohólicas durante la toma. Chucky era el más descontrolado. Amenazaba de muerte a los cautivos ante las cámaras de televisión e incluso salió a la calle y disparó varias veces al aire. Fueron sus propios compañeros quienes decidieron quitarle el arma para que no empeorara la situación. La banda se entregó y Chucky salió del supermercado tambaleándose a causa de la borrachera.

Ahora, con 20 años, tendrá que afrontar, al igual que los demás imputados, una causa por secuestro extorsivo agravado por el cobro del rescate y la participación de tres o más personas. Un delito que prevé de 10 a 25 años de prisión. Varias de las víctimas fueron llevadas al operativo y reconocieron dos de los aguantaderos en los que estuvieron cautivos. Además, los peritos trabajaban ayer en busca de rastros y evidencias que prueben que estuvieron allí.