Simulaba ser cliente y reservaba los últimos turnos de los solarium para tostarse en una cama solar y luego, revólver en mano, amenazaba y ataba a las empleadas con precintos plásticos, robaba el local y abusaba sexualmente de empleadas y clientas. Así actuaba un joven de 26 años, apodado “El sátiro de la cama solar”, que fue detenido, acusado de cometer 50 robos y más de cinco violaciones en solarium de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. A través de un video registrado por las cámaras de seguridad de varios locales y rastreos de llamadas telefónicas fue identificado y detenido el hombre días atrás. Hoy será indagado en el Juzgado Nacional Criminal de Instrucción Nº 24.

El joven está acusado de cometer desde el año pasado unos 50 asaltos en salones de belleza de los barrios de Caballito, Recoleta, Belgrano, Palermo, Villa Crespo, Coghlan, Saavedra, Chacarita, Congreso, Villa del Parque, San Nicolás, Pompeya y Villa Lugano. Y además, en las ciudades bonaerenses de Olivos, Morón, Ramos Mejía, Avellaneda, Wilde y La Plata.

El abusador-ladrón fue detenido el lunes por efectivos de la División Delitos contra la Salud de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal cuando salía de la casa de un familiar, ubicada en Figueroa Alcorta y la Panamericana, Boulogne, partido de San Isidro.

En el expediente de la causa, a cargo del juez de instrucción porteño Juan María Ramos Padilla, hay cinco denuncias por violaciones ocurridas durante esos robos. Sin embargo, los investigadores aseguran que hubo más víctimas de ataques sexuales que no realizaron la denuncia. “No hubo 50 violaciones, pero tampoco fueron sólo cinco”, dijo un investigador. Agregó: “El objetivo de este delincuente era robar los solarium, pero cada vez que podía, porque se quedaba solo con una empleada o una clienta, las violaba”, conjeturó.

Debido a los abusos, la investigación quedó a cargo de la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual.

Según los investigadores, el joven cambiaba su apariencia cada vez que realizaba una reserva y robaba un local. Además, utilizaba documentos falsos con distintas identidades. A través del rastreo de las llamadas telefónicas, la policía detectó que el sospechoso realizaba llamadas desde locutorios, salvo una en dos ocasiones que llamó desde la casa de un familiar. La detención no fue tarea sencilla porque tenía varios domicilios.