El pequeño submarino blanco interceptado el miércoles en las costas de Oaxaca, en el sur de México, transportaba un cargamento de alrededor de seis toneladas de cocaína colombiana. El minisumergible narco, que navegaba hacia el norte, fue avistado por azar por un helicóptero de la marina mexicana cuando quedó flotando en el Océano Pacífico por falta de combustible. “Es un hecho sin precedentes”, informó la Secretaría de Marina y Armada de México. Se trató del primer submarino narco que interceptó la marina mexicana.

“Se contabilizaron 257 paquetes, con un peso aproximado de 22,5 kilogramos cada uno, lo que da un peso total de 5815 kilos más o menos de cocaína”, estimó en una conferencia de prensa el vicealmirante José María Ortegón, comandante de la Región Naval 12ª.

El sumergible, de color verde, tiene 18 metros de largo por tres y medio de ancho, está construido con fibra de vidrio y madera. Varias bolsas rellenas con piedras permitían nivelar la embarcación y mantenerlo a un metro de profundidad, ya que a través de unos snorkels ingresaba aire al sumergible para que respirara la tripulación, de cuatro hombres colombianos. Para Ortegón “no pudo ser construido de manera artesanal”.

“Nosotros fuimos raptados, nos llevaron a un monte, nos entregaron ese aparato y nos obligaron a llegar hasta donde el sumergible estaba y nos dijeron que todo funcionaba vía satélite”, relató Rafael Jiménez Biojo (27), uno de los intrépidos tripulante del submarino. “Fuimos raptados allá en Colombia y si no traíamos ese aparato a cambio de 500 dólares igual nos iban a chimbiar (matar) a nosotros y a nuestras familias”, agregó el hombre.

Otro de los marinos del pequeño sumergible narco, José Félix Cuero Enríquez, dijo que tenían siete días viajando, desde que partieron del puerto de Buenaventura, en las costas del Pacífico en Colombia, “casi sin agua ni alimentos”. Y agregó: “Recibimos la embarcación sellada, nosotros nunca cargamos nada a bordo del sumergible. Recibimos el submarino con el motor encendido”. Los cuatro tripulantes se encuentran detenidos.

En 2006, otro submarino –de unos 14 metros de largo por 2 de ancho– fue capturado con un cargamento de tres toneladas de cocaína cerca de la isla del Coco, en Costa Rica. Mientras, en 2000 la policía de Colombia descubrió un submarino –de unos 30 metros de eslora– en las afueras de Bogotá, construido en base a planos rusos, con capacidad para transportar cargamentos de al menos 200 toneladas de cocaína.