Desde México DF

La mitad de las mujeres que viven con el VIH en Latinoamérica eran monógamas y fueron infectadas por sus parejas estables. “A muchas, les transmitió el virus su única pareja de toda la vida”, reveló la chilena Raquel Child, asesora regional en Prevención de VIH-sida del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unpfa, por su sigla en inglés). El dato sorprende al auditorio: una veintena de cronistas de medios de América latina –PáginaI12 es el único de Argentina– reunidos en un salón de un hotel céntrico en un seminario para periodistas sobre la enfermedad. “Las mujeres tienen que saber que el matrimonio no las mantiene inmunes a la infección”, enfatizó Linda Arechar, copresidente de la asociación civil Mexicanas Positivas frente a la Vida. Tres de cada diez personas con VIH en Latinoamérica son mujeres (ver aparte).

–¿Crece la feminización de la epidemia en la región? –le preguntó este diario a Child.

–La epidemia ya se feminizó entre fines de los ’90 y principios de 2000, pero la proporción de mujeres se mantiene estable –dijo la especialista de Unpfa.

El taller para periodistas, organizado por Unpfa, terminó ayer y tuvo lugar a pocos días del comienzo en esta ciudad, el próximo domingo, de la XVII Conferencia Internacional de Sida. Es la primera vez que la cumbre se realiza en un país de Latinoamérica. Desde hace varios días, la paulatina llegada de los más de 20 mil participantes que se esperan ha saturado las colas de Migraciones en el aeropuerto del Distrito Federal mexicano y el trámite de sellado del pasaporte puede llevar más de una hora. Las más visibles suelen ser las travestis, con atuendos coloridos y cabelleras estridentes. Trabajadoras sexuales, personas que viven con VIH, científicos, investigadores, representantes de ONG, funcionarios y médicos participan en los días previos de diversas actividades paralelas, en la cuenta regresiva para la largada del gran evento. Les da la bienvenida una ciudad que despide las vacaciones de verano y en la que cada tarde llueve torrencialmente por algún rato.

El Informe Mundial de Onusida, presentado el martes, estimó en 1,7 millón la cantidad de población infectada en Latinoamérica: el 31 por ciento son mujeres. Ocho de cada diez “ha sufrido violencia de género como condicionante y consecuencia de la infección de VIH”, señalo Child. La mayoría tiene ingresos medios o bajos, agregó. La experta cuestionó el hecho de que la investigación en VIH dirigida a mujeres es “casi inexistente”. Como ejemplo, dio el caso de los resultados de estudios que encontraron que la circuncisión masculina protege a los varones de manera significativa de la infección. Es una estrategia exclusiva para hombres.

Muchas mujeres han sido infectadas en América latina por hombres que han tenido sexo con otros hombres sin protección con ella ni con ellos. Distintos estudios realizados en Centroamérica encontraron que de los hombres que tienen sexo con hombres, la mitad dice que ha tenido sexo también con mujeres. El 5 por ciento es casado, el 51 por ciento se califica como heterosexual, el 42 por ciento como homosexual y el 6 por ciento como gay. ¿Qué conductas preventivas tienen? Usan preservativo un 57 por ciento con varones y apenas un 24 por ciento, con mujeres. Datos similares se encontraron –indicó Child– en investigaciones en Perú. “Estas poblaciones están teniendo sexo con mujeres, que están en sus casas, que tienen pocas posibilidades o ninguna de negociar sexo protegido”, destacó la especialista.

Linda Arechar, líder de una organización de mujeres mexicanas que viven con el VIH, opinó que “por dos décadas se ha socializado la infección pero no la información”. En México hay más de 42 mil mujeres con VIH. “Las mujeres deben saber que el matrimonio no las mantiene inmunes a la infección”, advirtió. En este país, casi la totalidad de las mujeres (98,8 por ciento) adquirieron el virus por vía heterosexual: es decir, se los transmitió un varón. “Pedimos espacios laborales libres de estigma y discriminación y servicios de calidad y calidez”, agregó.