Luego de casi dos meses de no tener noticias certeras sobre su paradero, Johana de los Angeles Escobar, la niña de 12 años que desapareció en el barrio porteño de Nueva Pompeya, donde vivía con su familia, fue localizada en Salvador Mazza, una ciudad salteña limítrofe con Bolivia. La adolescente venía desde el país vecino, al que cruzó –al parecer junto con un hombre adulto– sin ser detectada por Migraciones ni Gendarmería. Ayer, la chica despertó la curiosidad de un empleado de la terminal local cuando se disponía a comprar un pasaje de ómnibus para volver a Buenos Aires. Fue él quien avisó a los gendarmes. Mientras aguarda ser entrevistada por la Justicia de la provincia, Johana permanecerá en Salta.

Sus vecinos del barrio porteño de Nueva Pompeya la vieron por última vez la mañana del 16 de julio, cuando esperaba el colectivo para ir hasta la Escuela Normal 4 de Caballito, donde cursa el 7º grado. Sin embargo, Johana no asistió a clases ese día. Fuentes cercanas al caso deslizaron que esa mañana la adolescente partió de su casa con una muda de ropa en la mochila y su documento de identidad y que, antes de llegar al colegio, se encontró con un joven al que conocía del barrio, con el que supuestamente se habría fugado.

La adolescente apareció en la ciudad salteña de Salvador Mazza, límite con Bolivia, 40 días después de su desaparición. Según fuentes de Gendarmería, Johana llegó a la terminal con intenciones de comprar un pasaje para volver a Buenos Aires. Venía desde el país vecino, hacia donde cruzó sin llamar la atención de ninguna autoridad. Es que, además de que traspasara las fronteras del país sin autorización de sus padres, resulta extraño que el hecho no haya salido a la luz debido a que la adolescente estaba siendo intensamente buscada. No sólo estaban notificadas las fuerzas de seguridad de su desaparición, sino que el tema había recorrido todos los medios masivos de comunicación.

Nadie sabía nada de Johana desde esa mañana de julio, cuando su mamá –con quien vivía la chica, ya que sus padres están separados– denunció su ausencia en la Comisaría 34 de ese barrio, cuyo personal avisó a la fiscalía de Pompeya. El mismo día tomó participación del caso el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad.

Durante la mañana de ayer, la fiscalía de Pompeya –a cargo del caso– notificó al Consejo que Johana había aparecido. Fue un empleado de la terminal de Salvador Mazza quien, sorprendido por el hecho de que una nena tan chica quisiera comprar por sus propios medios un pasaje a la ciudad de Buenos Aires, dio parte a la Gendarmería.

Miembros de esa fuerza de seguridad nacional la identificaron y la trasladaron a la sede del Escuadrón 54, donde la pusieron en contacto con su madre. “Johana se encuentra en buen estado de salud y estamos tramitando su regreso a casa”, señaló el ministro de Justicia y Derechos Humanos nacional, Aníbal Fernández.

“Desde el Ministerio de Justicia notificaron que se harían cargo del traslado de Johana”, aseguró la vicepresidenta del Consejo de Derechos, Jésica Malegarie. Por lo pronto, la adolescente seguirá en territorio salteño hasta tanto un asesor judicial hable con ella. “El principal objetivo ya está cumplido: Johana apareció y está bien. La segunda etapa es escuchar su historia y determinar las razones por las que estuvo lejos de su casa durante tanto tiempo”, señaló Malegarie.

La vicepresidenta del organismo porteño aseguró que, no bien supieron del caso, anotaron a la chica en el registro de niños perdidos, comenzaron a realizar entrevistas con las personas de su entorno “para investigar los posibles motivos de la desaparición” y lanzaron acciones de difusión en los medios masivos de comunicación.

“Recibimos varias llamadas a la línea 102 que nos daban cierta información como para seguir determinadas hipótesis, pero desde el Consejo no descartamos ninguna hasta el final”, sostuvo Malegarie en diálogo con PáginaI12. Además, el organismo porteño pegó afiches en la ciudad de Buenos Aires con la foto de la adolescente, solicitó el cierre de las fronteras del país y pidió al consulado de Bolivia la colaboración en la búsqueda.

Informe: Ailín Bullentini.