La causa en la que se investiga el tráfico de efedrina desde Argentina hacia México, iniciada a partir del allanamiento del laboratorio de Ingeniero Maschwitz, promete novedades durante la jornada. A partir de las 12, el polémico juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, recibirá la declaración del mexicano Jesús Martínez Espinoza, el Chucho, sospechado de liderar una banda de narcotraficantes de efedrina, negocio que según insisten Faggionatto y el abogado Miguel Angel Pierri, representante de las viudas del triple crimen, tendría conexión con el asesinato de Forza, Ferrón y Bina, en General Rodríguez. Pero, además, también declarará el empresario Hernán De Carli, a quien PáginaI12 entrevistó en forma exclusiva. La casaquinta de De Carli, ubicada en General Rodríguez, fue allanada el miércoles en el marco de la causa. En la entrevista, De Carli aseguró no tener nada que ver ni con los asesinatos ni con el narcotráfico.

Según declaraciones de su abogado, Francisco Chiarelli, el Chucho Martínez Espinoza se presentará a las 12 ante Faggionatto “para tratar de aclarar su situación” en el caso de la muerte de los jóvenes, cuyos cuerpos fueron encontrados a la vera de una ruta en General Rodríguez.

El mexicano se encuentra en Argentina desde el viernes a última hora, cuando arribó desde la capital paraguaya de Asunción. Allí fue detenido sospechado de liderar una banda de narcotraficantes implicados en el trasporte de efedrina, precursor químico utilizado para la elaboración de drogas de diseño, de Argentina, donde es legal, a México, donde no lo es. No bien tocó suelo nacional, fue trasladado –en custodia por personal de Interpol– hacia el penal de Ezeiza. Allí, ayer, recibió la visita de su hija Jessica, de 19 años.

La otra declaración que los investigadores aguardan con expectativa es la del empresario Hernán De Carli. Según explicó en una entrevista exclusiva a PáginaI12, el hombre de 38 años llegaría hoy mismo al país con el sólo objetivo de demostrar con “documentos, mails y lo que sea” que no tiene nada que ver con la causa de tráfico de efedrina a México, país donde esa sustancia es ilegal.

“No conocí nunca a Sebastián Forza, Damián Ferrón o Leopoldo Bina. No conozco a ninguno de los mexicanos que están presos o involucrados en el caso de la efedrina. Yo ni siquiera estaba en Argentina cuando se cometieron los homicidios y es falso que se haya visto mi camioneta Ram cerca del lugar donde aparecieron los cuerpos”, sostuvo en diálogo telefónico con el diario desde un país limítrofe.