Un incendio forestal fuera de control castigaba la región central de Tierra del Fuego, que, hasta el cierre de esta edición, había devorado más de 500 hectáreas de bosques y obligó a más de medio centenar de personas que habitan las zonas aledañas a abandonar temporalmente sus hogares. Ante la proliferación de focos de fuego, y con el objetivo de “concentrar el máximo de la capacidad humana y material para hacer frente a la situación desatada”, todo el territorio de la provincia fue declarado en estado de “emergencia”, según manifestaron fuentes oficiales. En tanto, el flamante secretario de Ambiente nacional, Homero Bibiloni, partió hacia la provincia ayer a la tarde, luego de que el gobierno de Tierra del Fuego, a través del Comité de Crisis, solicitara ayuda a la Nación.

La zona está en llamas desde el sábado. El foco de mayor magnitud es el producido en proximidades de la estancia La Correntina, mientras que los demás se produjeron en la zona de las Termas del Río Valdez, Pampas del Mich, Río Laines, Laguna Negra, Laguna del Indio, Lago Yehuin y Pista de Esquí Vieja, en Ushuaia.

Todas las personas que abandonaron sus hogares lo hicieron por voluntad propia. El secretario de Comunicación Institucional de Tierra del Fuego, Gabriel Ramonet, informó que no se habían producido evacuaciones en la cercana localidad de Tolhuin, mientras que remarcó que “no se encuentran en riesgo personas o instalaciones”.

En tanto, desde Defensa Civil no se descartaba que el siniestro pueda haber sido intencional. Al respecto, el director de Defensa Civil provincial, Rubén Sofoli, advirtió que “llama la atención porque el ingreso a la zona es prácticamente imposible”, como para suponer que un acampante negligente pudo haber dejado un fuego mal apagado, en tanto que señaló que hay personal que está “investigando” cómo se iniciaron las llamas.

La mayor dificultad para extinguirlas, desde que se inició el siniestro, se presentó con las “extremas” condiciones meteorológicas con fuertes vientos, que “obligaron a replegar al personal combatiente para asegurar la integridad de los mismos”, tal como expresó el Comité de Crisis en un comunicado emitido ayer. Asimismo, el pronóstico augura para los próximos días condiciones desfavorables para el combate del fuego, con vientos intensos de entre 70 y 80 kilómetros por hora y nada de lluvias.

En tanto, el secretario Bibiloni viajó ayer a la tarde a la provincia, a la vez que se aguardaba el arribo de personal especializado, aviones hidrantes y otros recursos nacionales. Además, las autoridades provinciales requirieron la colaboración de las Fuerzas Armadas con asiento en la isla, adonde arribaron ayer a la noche unos 40 brigadistas y cuatro mil kilogramos de equipos para combatir las llamas, enviados por el Gobierno en un Hércules de la Fuerza Aérea Argentina.