Los de la División Sustracción de Automotores cayeron buscando a un estafador en el negocio de los autos y se encontraron con un taller montado detrás de una mandataria de taxis, donde además de repararse los taxis se trabajaban los números de chasis, o sea, se cambiaban los números de chasis para hacer autos mellizos. El “se” de la conjugación impersonal en realidad es un costumbrismo y quitaría mérito al único imputado de la causa: El Artesano, desarmador, estafador, engatusador y truchador de documento público. La investigación la lleva adelante el juzgado federal 1 de San Isidro, pero al Artesano lo ubicaron en Villa Lugano, en el mentado taller del fondo. El hombre, según parece, buscaba diversificar sus artesanías: en el taller, además de vehículos de tierra, los investigadores encontraron dos motos de agua robadas en la Costa Atlántica.

La causa tuvo como sede el despacho del juez Conrado Bergesio, federal 1 de San Isidro, aunque podría haberla tenido en el diván de un psicoanalista porque, en el fondo, todo parece tratarse de un caso de nombres, apodos, suplantación de nombres y suplantación de números de chasis, que vendrían a ser nada menos que la identidad de los autos.

La investigación se inició en 2007 después de varias denuncias sobre estafas en préstamos prendarios y compras de automóviles, en la Zona Norte. Un tal Noel Esteban Venturino venía haciendo estragos en el ámbito crediticio. “Pedía créditos para comprar autos, los compraba y después se hacía incobrable”, reveló un investigador a Página/12. Cabe aclarar que hacerse incobrable, en la jerga del investigador, viene a ser algo así como esfumarse, desaparecer de escena.

“Se empezó a buscar a Venturino hasta que se descubrió que no existía. En el DNI sí aparecía la foto real”, agregó la misma fuente. El número del documento finalizaba en 709 y pertenecía al supuesto Noel Esteban Venturino. La causa 15884/07 estaba caratulada como infracción al artículo 292 del Código Penal (falsificación de documentos) contra NN porque se suponía que el mentado Noel no aparecería ni atado a un trineo. Finalmente, dieron con la pista en la calle Hubac 5561 y Albariño, de Villa Lugano. Allí, en el frente, funciona una mandataria de taxis (no está claro si está relacionada con la causa) y al fondo, en un galpón, un taller. Dentro estaba el de la foto, cuya identidad real los investigadores no quisieron revelar. Por el momento, quedará como Papá Noel, a lo sumo, El Artesano, apodo con que lo conocen en la Justicia. Dentro había tres Fiat 147 con números de chasis modificados, una 4x4 Kia Sportage, valor promedio de 25 mil dólares, dos motos de agua robadas con denuncia de búsqueda en Villa Gesell, teléfonos celulares, registros de conductor, armas y, obviamente, el DNI con la carita real del Artesano.