Buenas intenciones. Eso mostraron los funcionarios de los gobiernos nacional, porteño y bonaerense en materia de seguridad vial. Por lo pronto, la reunión que mantuvieron ayer a la tarde funcionarios de los tres distritos sirvió para plantar promesas a ambos lados del Riachuelo: desde la ciudad se comprometieron a adherir a la Ley Nacional de Tránsito; los funcionarios bonaerenses dieron su palabra para ultimar los detalles de cara a comenzar a aplicar el sistema de infracciones por puntos o “scoring” en no más de 90 días; y ambos acordaron compartir información sobre infractores en un registro único de antecedentes. Para el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, se está avanzando “muchísimo” en materia de seguridad vial. Aunque consideró que aún “hace falta realizar ajustes”, resaltó que el acuerdo entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires es “muy importante”.

Desde hace 15 días, rige en la ciudad de Buenos Aires el scoring, un sistema a través del cual los infractores son castigados con la quita de puntos acreditados en su licencia. Cada automovilista o motociclista comienza con un crédito de 20 puntos, de los que se restan en forma proporcional a la gravedad de la falta cometida. Los resultados parciales fueron satisfactorios, aunque demostraron que la liebre se escapa por algún lado: sólo al 15 por ciento de los infractores se les puede aplicar la quita de puntos, ya que el resto vive fuera del territorio porteño y sólo es sancionado con la multa correspondiente.

“Nos había parecido interesante el sistema de scoring en la ciudad, pero no terminaba cumpliendo el objetivo central si no estaba integrado en todo el país”, dijo Randazzo no bien abandonó el Salón de los Escudos, en la Casa Rosada, donde tuvo lugar la reunión de funcionarios. Ese mismo sistema está previsto en la Ley nacional de Tránsito y Seguridad Vial –a la que la ciudad, hasta ayer, se negaba a adherir–. La diferencia entre ambos es el alcance, porque, a través de la centralización en el otorgamiento de las licencias de conducir –así, los registros serían de validez única en todo el territorio– y de la puesta en marcha de un Registro Nacional de Antecedentes, un infractor podría ser castigado con la quita de puntos en cualquier lugar del país donde cometa la falta.

Al cabo del encuentro, del que participaron, además de Randazzo, el responsable de la Agencia nacional de Seguridad Vial, Felipe Rodríguez Laguens; los jefes de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y bonaerense, Alberto Pérez; y los ministros de Seguridad de la ciudad, Guillermo Montenegro, y de la provincia, Carlos Stornelli, el panorama fue otro.

Por un lado, Rodríguez Larreta anunció que será enviado a la Legislatura el proyecto de adhesión a la ley. Además, los gobiernos porteño y bonaerense acordaron la aplicación conjunta del sistema de scoring. “Está en nuestra ley y coincidimos con el espíritu”, ratificó Pérez. En realidad, lo que compartirán son los datos de los infractores que serán volcados en el registro único de antecedentes.

Según Rodríguez Laguens, con el acuerdo “se alcanza al 48 por ciento del total de conductores” del país y donde se concentra la mayor cantidad de víctimas por accidentes de tránsito. No obstante, hay que tener en cuenta que la puesta en marcha de la aplicación no será inmediata. Para que suceda, en la provincia se deberá centralizar la emisión de licencias bajo el ala del gobierno provincial, proceso que culminará “en 90 días”, confirmó el jefe de Gabinete. Para ello falta la adhesión de la totalidad de los municipios bonaerense a la ley provincial. La unificación de la emisión de los documentos es necesaria para que aquellas personas que se encuentren inhabilitadas en un distrito para conducir por acumular infracciones, no puedan tramitar el carnet en otro.

Como si esto fuera poco, los compromisos de los funcionarios giraron en torno de los refuerzos en los controles de alcoholemia conjuntos en las áreas de transferencia de la ciudad y la provincia y en la utilización obligatoria de cascos y pecheras identificatorias para los motociclistas.

Informe: Ailín Bullentini.