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Al menos el 70 por ciento de las lesiones que sufren los niños en accidentes de tránsito “se podrían evitar usando correctamente los sistemas de retención adecuados” en los vehículos, advirtió el Centro de Experimentación de Seguridad Vial (Cesvi) en un estudio que realizó en base a datos proporcionados por compañías aseguradoras. Al respecto, el trabajo destaca que el Código de la Ciudad de Buenos Aires y el sistema de scoring que funciona dentro de sus límites desde principios de año van más allá de la multa al disponer como sanción a quien “conduce con menores sin el dispositivo de retención infantil correspondiente el descuento de cuatro puntos”, expusieron en el informe.

Según los datos analizados, los menores de 10 años sufren accidentes en el tránsito siendo peatones o ciclistas, tanto como cuando son ocupantes de vehículos. Y de estos últimos, el 50 por ciento lo hace mientras se encuentra dentro del vehículo. “Al menos el 70 por ciento de las lesiones que sufren los niños en accidentes de tránsito, en general en cuello, cara y cabeza, se evitarían usando correctamente los sistemas de retención infantil”, argumentaron. La mayoría de los accidentes graves se producen, además, cuando los menores de 10 años van en los asientos delanteros.

Al respecto, el gerente general del organismo informante, Fabián Pons, expresó que “es increíble ver cómo hay padres que circulan con el cinturón abrochado pero dejan que sus hijos vayan librados al azar dentro del auto”, tras alertar que “hay un vacío legal sobre el tema, sobre todo en la ley nacional, pero estamos hablando de la vida de nuestros hijos”.

En declaraciones a la prensa, aconsejó el uso de las sillas de bebés y chicos pequeños para autos, ya que “bien colocadas y ajustadas al vehículo salvan vidas”. Al no ir bien sujetos con esta clase de elementos, los chicos van “sueltos” en los autos, “corriendo un riesgo de sufrir lesiones extremadamente alto”.

Además de que la legislación argentina especifica el tipo de sillas que se deben usar, cabe destacar que un factor que incide en la poca utilización de estos elementos es su alto costo, que oscila entre los 400 y los mil pesos.