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Los efectivos de Investigaciones de Narcotráfico de la Policía Bonaerense iban a hacer un allanamiento por una causa de venta de paco, en un barrio de Quilmes. Golpearon la puerta de una vivienda y los recibieron a los tiros. Un policía fue asesinado: es el tercero que muere en diez días. Otros tres resultaron heridos y un delincuente fue abatido durante la balacera. El enfrentamiento se produjo ayer en la villa de emergencia La Matera, mientras se realizaban una serie de allanamientos ordenados por el fiscal Gustavo Aráoz, de la UFI temática de estupefacientes. “Creemos que alguien avisó, fue una emboscada”, indicó una fuente policial. Hubo dos detenidos y quedaron varios criminales prófugos después del tiroteo, en el que se registraron entre 80 y 100 disparos.

La víctima mortal fue el subteniente Claudio Santillán, numerario de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Quilmes, quien se convirtió en el tercer policía bonaerense asesinado en los últimos diez días.

Santillán tenía 47 años, estaba casado, era padre de cuatro hijos y vivía en el partido de Berazategui. El jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, visitó más tarde el lugar y señaló que los agentes “estaban realizando un trabajo previo a una orden judicial que tenían que cumplir y el fiscal que tenía que actuar estaba presente en la zona. Era un operativo como tantos otros que se realizan todos los días contra el narcotráfico”.

En tanto, los heridos pertenecen a la misma dependencia que Santillán y fueron identificados como el oficial Juan Fernández, el teniente Raúl Fernández y el sargento Nahuel Arévalo, quienes fueron trasladados en helicóptero al Hospital Churruca, en el barrio porteño de Parque Patricios. Allí, los visitó anoche el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli. El cuadro más grave es el del oficial Fernández, quien recibió un disparo en el cuello. Uno de los delincuentes fue abatido y otros dos resultaron detenidos (uno de ellos es padre del fallecido), mientras los restantes lograron fugarse, por lo que la policía montó un operativo en la zona para detenerlos.

El hecho ocurrió a las 17 en las calles 819 y 889 de la villa La Matera, en la localidad quilmeña de San Francisco Solano. El barrio tiene 68 manzanas, con una casa al lado de otra, calles de tierra y está rodeado por arroyos. Según los investigadores, parecía que los delincuentes estaban aguardando a los efectivos. Es que apenas llegaron, desde varios sitios abrieron fuego contra los agentes, lo que provocó la muerte de Santillán y heridas en otros tres agentes.

“Desde adentro de la casa les dispararon a los policías a mansalva cuando apenas se acercaron a la puerta”, confirmó Francisco Vargas, presidente de la comisión del barrio, quien aseguró que los efectivos arribaron a pie: “Dejaron los autos a unas cuadras, porque al barrio no se puede entrar”. El jefe de la Bonaerense, por su parte, indicó que a la villa acudieron “cuatro policías en principio y tres más después”.