El tenía 18 años. Ella, 15. Los dos aparecieron desnudos, en el cuarto de un hotel alojamiento, con un disparo en la cabeza. Todo indica que fue la chica quien disparó contra el joven, su novio, y luego se suicidó, como final dramático y violento de una relación de pareja. Así al menos lo da a entender en la nota que, de puño y letra, ella misma dejó en el cuarto. La pareja había llegado al Hotel Welcome, a metros de la estación Temperley, en el sur del conurbano, el jueves a las 18.30, y había pedido un turno. Pero pasaron varias horas y llamados desde la conserjería, sin respuestas, hasta que dos empleados del lugar forzaron la puerta y entraron a la habitación 64: “Estaban los dos muertos, con disparos en la cabeza y en el piso, cerca de la chica había un arma”, confirmó a Página/12 un vocero de la DDI de Lomas de Zamora. Aunque la habitación está pegada a otras y tanto las paredes como las puertas son delgadas, ni los empleados ni los otros huéspedes escucharon los disparos ni discusiones o gritos.

El Welcome es un modesto hotel ubicado sobre la calle Avellaneda, a metros de las vías. Es un edificio antiguo, con azulejos en la parte inferior de la fachada y pintado de verde oscuro en la superior. Allí, cerca de las 18.30 del jueves, los dos chicos entraron al hotel y solicitaron un turno de dos horas. Pero cuando terminó el tiempo, al parecer, nadie contestó a los reiterados llamados del conserje. Entonces, según relataron los empleados del hotel a la policía, fueron hasta la habitación y tocaron la puerta. Tampoco hubo respuesta. Recién a las 4 de la madrugada, tras forzar la entrada, que estaba trabada con un pasador, descubrieron a los dos jóvenes desnudos, con balazos en la cabeza: el chico estaba sobre la cama, mientras la muchacha se encontraba a un costado, en el piso, a 50 centímetros de un arma.

“El padre de la nena nos contó que el domingo pasado los chicos habían tenido una pelea muy fuerte –relató un vocero de la DDI de Lomas de Zamora–. Y habían decidido no verse más. Pero, luego de algunas llamadas, se citaron en el centro de Lomas.” Los investigadores determinaron que el arma, un revólver Colt calibre 357, era del abuelo de la chica, que había sido armero, años atrás. También el padre de la menor corroboró el origen de la pistola.

La mucama y el conserje, tras hallar los cuerpos, llamaron a la policía. Cerca de las 4 y 20, efectivos de la comisaría de Temperley, peritos de la Policía Científica y de la DDI de Lomas de Zamora llegaron para relevar la escena del crimen: encontraron el revólver, con dos proyectiles percutados en el tambor. Por la posición de los cuerpos y la ubicación del arma, los investigadores llegaron a la conclusión de que la adolescente de 15 años fue quien primero disparó el tiro en la cabeza de su novio y luego se suicidó. Además, los investigadores descartaron “la participación de una tercera persona, ya que el pasador que trababa la puerta estaba colocado desde adentro”, confirmaron desde la DDI.

“Los cuerpos tenían un disparo cada uno en la cabeza, no tenían otras lesiones o golpes. La habitación no estaba desordenada, sólo había sangre cerca de las víctimas”, relató el vocero policial. Según el policía, los empleados como los otros huéspedes de Welcome no escucharon nada: “Ni gritos ni peleas”. Para el vocero no se explica cómo los empleados no escucharon los disparos. “Las paredes y puertas son de un material tan delgado que se escucha cualquier sonido. No entiendo cómo un arma de grueso calibre no se escucha al disparar”, reflexionó el uniformado.

Los celulares de los dos chicos encontrados en la escena, según las pericias, estaban repletos de llamadas de sus padres. También en la habitación encontraron una carta de la nena “manifestando los motivos del crimen de su novio y de su posterior suicidio”, concluyó el oficial, quien no quiso revelar el contenido de la nota. Por el momento, el caso fue caratulado como homicidio y suicidio y es investigado por la fiscal María Lorena González, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 del departamento judicial Lomas de Zamora.

Informe: Mariana Seghezzo.