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En el sexto día del secuestro de Antonio Echarri, la espera continúa y la tensión aumenta con el pasar de las horas. Las diferentes versiones sobre los pasos que está dando la familia son hasta ahora la única información que circula ante la privacidad en la que se están manejando las negociaciones con los captores, sin intervención judicial ni policial y sin contactos con la prensa. Una de las últimas versiones dio cuenta de que en la mañana de ayer habría llegado una carta certificada a Pico 911, la casa de Antonio Echarri del barrio Villa Domínico, desde donde su hijo Pablo está al frente de las tratativas. La carta habría sido enviada por los secuestradores para reclamar que “apuren la plata”. Por la noche crecían los rumores sobre una pronta liberación del cautivo.
A raíz de esto y del “optimismo” por el pronto esclarecimiento del secuestro manifestado ayer por el jefe de la Brigada Antisecuestros de la Policía Bonaerense, comisario Angel Casafús, se especula que el pago del rescate sea próximo. Hasta ahora, según los vecinos y familiares, el principal impedimento para que se concretara el pago era la imposibilidad de la familia de reunir la suma de 100 mil dólares. Esa cifra fue la exigida en un principio por los secuestradores, pero que ahora, tras varios días de negociaciones, podría haber bajado.
“Pablo está rezando”, dijo en la tarde de ayer Marcos, un amigo del actor que había ido a visitarlo a la casa de Pico 911. Momentos antes, la pareja del actor, Nancy Duplaá, había remarcado: “Pedimos por favor a los medios que no compliquen las cosas pero no nos hacen caso”.
La familia Echarri no quiere perder tiempo, especialmente preocupada por el estado de salud de Antonio, cardíaco y diabético insulino-dependiente. Alberto Miragaya, su médico personal, señaló que “en este momento el cuadro de Antonio Echarri es seguramente delicado”.
Así como evita cualquier contacto con la prensa, la familia Echarri tampoco se maneja con la policía que, sin embargo, como se trata de un delito de acción pública, está actuando de oficio a instancias del juez federal platense Manuel Humberto Blanco.