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Más allá de cuál sea el texto definitivo de la nueva ley, la presencia de casi un centenar de oradores en el foro de Rosario es más que significativa en este proceso colectivo de elaboración del proyecto que luego se elevará al Congreso.

Los puntos centrales de la propuesta enfatizan la necesidad de garantizar la multiplicidad de voces, la producción de contenidos locales y la libertad de expresión. El contexto actual de transición de lo analógico a lo digital es propicio para impulsar estos cambios ya que la comunicación digital amplía los modos de comunicar: múltiples canales, nuevos dispositivos, convergencia, lenguaje multimedia, etc. En síntesis, diseño de nuevas prácticas y posibilidades que se pueden realizar usando diferentes dispositivos sociotécnicos (computadoras, celulares, cámaras digitales, MP3, Internet). No obstante, para que esto sea posible es necesario comprender la lógica de funcionamiento de la comunicación digital. De este modo, la nueva ley podrá generar políticas de comunicación que, lejos de frenar, promuevan los procesos de innovación característicos de la sociedad del conocimiento.

La ley propuesta va a regular en el nuevo ambiente creado por las tecnologías de esta época donde coexiste una gran concentración de audiencias –y no sólo de propiedad de los medios–, pero también microaudiencias de nuevos medios conectadas, a su vez, por celulares, redes sociales y blogs. La participación y la construcción de ciudadanía se juega, entonces, en otros territorios donde se plasma y se hace evidente la diversidad de intereses, necesidades, demandas, visiones, es decir, de culturas. Como alguna vez señaló McLuhan, las sociedades siempre han sido moldeadas por la índole de los medios con que se comunican los hombres. Por eso hoy el Estado, al ser consciente de que la comunicación es una dimensión constitutiva de todas las prácticas sociales, tiene la responsabilidad de articular una ley que amplíe las capacidades/competencias y las oportunidades de los ciudadanos para expresarse y transformar su realidad. Una ley que sea lo suficientemente flexible como para estar al ritmo de la dinámica sociocultural de estos tiempos.

* Docentes de Comunicación de la UNR. A partir del Foro de Discusión sobre la propuesta de proyecto de ley de servicio de comunicación audiovisual en la Universidad Nacional de Rosario.