Una psiquiatra que analizó la salud mental de Martín Ríos en una causa por tenencia de arma en el tribunal de San Isidro, donde fue declarado inimputable, aseguró ayer que el llamado tirador serial es un “psicótico esquizofrénico” y que “es normal que a estos pacientes se le salte la térmica”. La perito en cuestión se llama Claudia Astorga y el año pasado, mientras trabajaba para el Servicio Penitenciario Bonaerense, evaluó al llamado “tirador de Belgrano” durante 10 días en el neuropsiquiátrico de la cárcel de Melchor Romero. Allí estuvo alojado Ríos por la causa de portación ilegal de arma que tenía desde el día de su detención en Munro.

Astorga, que ahora trabaja como directora de Salud Mental del Ministerio de Justicia bonaerense, fue convocada ayer como testigo de la defensa en el juicio por el que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 12 de Capital Federal lo juzga por el crimen de Alfredo Marcenac (18), cometido el 6 de julio de 2006 en avenida Cabildo al 1700, y otros tres ataques en el barrio de Belgrano. Para la perito, Ríos es un psicótico esquizofrénico que no comprende la criminalidad de sus actos ni puede dirigir sus acciones y presenta “una alteración morbosa de sus facultades mentales”.

Por otra parte, ayer también hablaron testigos del primer ataque que se le atribuye a Ríos, en 2005, cuando disparó 12 balazos contra un colectivo 67 e hirió a dos personas. Una pasajera llamada Elba Gorosito, quien viajaba en los asientos delanteros, contó que alcanzó a ver que un ciclista que había pasado al colectivo y extendía su brazo izquierdo y enseguida empezaron los disparos. “Yo pensé que le estaba indicando al colectivero que tenía algo en el parabrisas y escuché al chofer que dijo ‘¿qué te pasa?’ y empezaron los disparos”, recordó la mujer, que luego recordó que a la semana, en el cumpleaños de su nieto, se sobresaltaba cada vez que escuchaba que explotaba un globo.