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La Justicia consideró que el despido del gerente de una empresa que mandó un mail con escenas pornográficas a su secretaria fue “con justa causa” y, por lo tanto, no puede reclamar indemnización.

La sentencia fue dictada por la Sala Quinta de la Cámara del Trabajo, al ratificar el despido del empleado jerárquico, cuya identidad no fue suministrada, y rechazar “íntegramente la acción iniciada en procura del cobro de las indemnizaciones”.

Los camaristas Oscar Zas y García Margalejo explicaron que el hombre había enviado a su auxiliar un correo electrónico “grotesco y de mal gusto”, tal como lo calificó la secretaria, que se sintió ofendida.

Si bien el hombre argumentó que lo hizo “con un ánimo de chanza o diversión” los camaristas sostuvieron que su función ejecutiva le exigía “el trato decoroso y de respeto para con sus subordinados y esta responsabilidad en ningún momento debió abandonarla”.

La Justicia también recordó que no podía utilizar las computadoras de la empresa “para fines personales o de terceros ni con prácticas contrarias a la moral y las buenas costumbres”.