El policía de la Bonaerense dormía en su auto, un Fiat Duna color rojo, cerca del boliche “La Mónica”, a donde había ido a bailar. No se sabe exactamente qué pasó, pero en un momento el bonaerense despertó, salió de su auto y le disparó a Juan Cruz Márquez, un joven de 26 años que acababa de salir de la misma disco en la ciudad de Zárate. El joven falleció y el policía quedó detenido. “No hubo nada, no hubo pelea... el efectivo se acercó, lo golpeó y le disparó”, dijo ayer, pocas horas después del asesinato, el comisario Salvador Baratta, superintendente de Seguridad de Zona Norte de la Bonaerense.

El hecho ocurrió a las 7.30, sobre la calle 19 de Marzo, entre Noya y Ameghino. El policía, cuyo nombre fue celosamente mantenido en reserva, tiene 27 años y se desempeñaba como suboficial en la comisaría primera de Tigre. Sin embargo, en ese momento estaba de franco y vestía de civil. Al igual que la víctima, había ido a bailar con amigos. Los testigos, según confirmaron fuentes de la investigación, aseguraron que no hubo roces o peleas entre ambos dentro del boliche y, a juzgar por las declaraciones de Baratta, tampoco hubo una discusión afuera. El policía le disparó “con el arma reglamentaria, un solo tiro en el abdomen”, detalló el comisario, y luego fue detenido por personal policial de Zárate, que lo entregó a la justicia esposado.

Mientras lo apresaban, el agresor trató de justificarse diciéndoles a sus pares de Zárate que suelen patrullar la zona de boliches, que unos muchachos le habían robado un bolso y eso produjo su reacción. Los investigadores procuran determinar si el policía disparó cuando salió a perseguir a dos ladrones que le habrían acabado de robar. De acuerdo con esa versión, el suboficial salió a perseguir a esos supuestos delincuentes que lo amenazaron y hasta le habrían disparado, según su relato.

La víctima no tuvo relación con el supuesto robo, aseguraron los investigadores. El superintendente Baratta también confirmó esto último, diciendo que la víctima, “era un chico excelente y acompañamos a sus familiares. Tenía una conducta intachable, estudiaba periodismo deportivo y no estuvo involucrado en ningún episodio”. El policía fue inmediatamente desafectado de sus funciones por el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.

Márquez fue llevado hasta el hospital de Zárate por sus amigos pero murió en el traslado. Según las fuentes, cayó gravemente herido a unos 100 metros del auto del policía y ante la vista de una gran cantidad de transeúntes que circulaban por la zona. Según algunos testigos, antes de disparar, el policía le pegó a la víctima en la cabeza. Nadie, hasta el momento, vio el supuesto robo al policía o a una agresión contra éste, quien además se negó a extraerse sangre para ser analizada y determinar si estaba alcoholizado al momento de disparar su arma.

“Nos da mucho dolor tener que hablar de un sujeto fallecido. Es un ciudadano de Zárate que se estaba divirtiendo en la zona de boliche. Lejos está Márquez de ponerlo en el papel de sospechoso. No hubo nada”, aclaró Baratta. “A pesar de que fue una acción personal, no de la fuerza”, el policía involucrado es “un sujeto deleznable que tuvo una conducta fuera de lugar que avergüenza a los demás efectivos que sí hacen las cosas bien”, aseguró Baratta.

Por orden de la fiscal Andrea Palacios las actuaciones serán llevadas adelante por personal de Gendarmería. El agresor, a quien se le secuestró su pistola 9 milímetros reglamentaria, fue imputado del delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego” y será indagado hoy.