El Gobierno trata de convencer a los ruralistas de sentarse en el Consejo Económico y Social. Julio De Vido llamó a Hugo Biolcati, Débora Giorgi a Eduardo Buzzi y Aníbal Fernández a Mario Llambías. La reunión del Consejo aún no tiene fecha y según pudo saber Página/12 no se hará hasta que el campo –que es el único actor que no confirmó su presencia– “no esté adentro”. La propuesta es un “diálogo sin condicionamientos” para hablar de todos los temas más urgentes en la agenda del sector, incluidas las retenciones. En tanto, las patronales del agro discutirán su integración entre hoy y mañana. “Si no se puede hablar de retenciones y de la Oncaa, ¿de qué vamos a dialogar?”, lanzó el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, por las dudas.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, es otro de los que trabaja en el intento de sumar a los ruralistas. Primero les propuso una reunión con la informalidad de un café y ahora parece decidido a tender puentes, bajar los niveles de conflictividad y charlar con ellos hasta integrarlos, según confió a Página/12 una fuente de la Rosada. “Existe resquemor entre ellos porque hubo mucha falta de diálogo –se explayó el vocero–, pero Aníbal los conoce a todos desde cuando era ministro de la Producción de Eduardo Duhalde.”

Por esa época, los cuatro del agro todavía no eran la fervorosa Mesa de Enlace, ni sus reclamos tenían el impacto mediático del último año. Empezaban a organizarse de manera similar frente a algunos reclamos. En un momento, durante uno de los picos del conflicto, Duhalde le prohibió al ex ministro de la Producción reunirse con ellos. En esa ocasión, Fernández no le hizo caso, con orden y todo, juntó a los representantes de las entidades dos veces en un bar del barrio porteño de Colegiales para avanzar clandestinamente con la agenda más importante. Aunque el escenario ahora es distinto y Fernández no tiene prohibidas las reuniones, el jefe de ministros parece sin embargo ponerle el mismo empeño a la difícil tarea de sumar a los titanes.

“Entendemos que exista mucha desconfianza”, dijo una voz del Gobierno en tono componedor. “Por eso la propuesta es abrir un espacio de diálogo también con ellos, sin condicionamientos, en donde el Estado va a discutir los temas sin que eso implique un desfinanciamiento del presupuesto porque no sería justo con el resto de los sectores.”

La explicación es clara. Y expresa los límites que el Gobierno intentará defender en la rueda de negociación con todos los sectores. Como lo explicitaron el jueves pasado durante la reunión con los popes de la oposición en el Hotel Continental, el agro pide bajar las retenciones, la sanción de la ley de emergencia agropecuaria, pero además discutir los derechos de exportación de granos y la intervención de la Oncaa: parte fundamental del financiamiento del Estado.

Hasta anoche, la reunión del Consejo aún no tenía fecha. Fuentes del Gobierno insistieron ante Página/12 en la idea de que no hay fecha, ni la habrá hasta que el campo no “esté adentro”. Luego de la reunión de la semana pasada con industriales y sindicatos, el ministro Carlos Tomada va a tener una nueva reunión mañana con sindicalistas y se evalúa generar un encuentro informal con el campo.

“Hasta este momento, hasta mañana (por hoy) –dijo Buzzi– estamos en duda en participar en tanto no se advierta que vamos en otra dirección, hasta que estén desde el Gobierno dispuestos a corregir las cosas que hasta ahora han sido frustraciones, como la Oncca, el Indec, las retenciones; todo eso tiene que ver con (Guillermo) Moreno.”

De aquí en más, la Mesa deberá decidir si participa del Consejo, y si quiere un espacio de diálogo más informal con el Gobierno. El jueves pasado en medio de la conferencia de prensa en el Continental, la Mesa descartó esa posibilidad. Le agradeció a Aníbal Fernández la invitación para el café, pero pidió una reunión formal. “Lo que queremos es un encuentro formal con un temario y saber quiénes van a ser los interlocutores, queremos dialogar y saber si la persona que tenemos enfrente va a tener poder de decisión”, dijo a Página/12 Pablo Orsolini, segundo de la FAA, con una posición que anoche repetían varios integrantes de las entidades. Varios piden por ejemplo una reunión formal, y aún se preguntan para qué puede servirles participar en el Consejo Económico y Social cuando, dicen, los problemas que tienen son demasiado urgentes y de corto plazo.

“Actúan como los secuestradores cuando tienen que negociar rehenes. No empiezan hasta que llegan las cámaras de Crónica TV”, bromeó una fuente oficial. Las cámaras fueron una herramienta de presión para el campo, una de sus mejores aliadas. La estrategia del sector en este momento es aprovechar los resultados de las elecciones y el contexto político para forzar espacios de consensos con la oposición. El intento es avanzar con sus reclamos a través de los bloques de la oposición del Congreso, pero saben que el Congreso tiene tiempos largos, por eso usan a los legisladores como cláusula de garantía: para ejercer presión sobre el Ejecutivo. La intervención en el Consejo Económico y Social los quitaría de ese espacio: “No es fácil para ellos una decisión así”, sostuvo anoche una fuente de la Rosada.