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La Legislatura porteña aprobó un pedido de informes al gobierno de la Ciudad para que explique el destino final de diez toneladas de pilas usadas recolectadas por una campaña de la Agencia de Protección Ambiental, que no previó dónde sería depositado ese material contaminante. Las pilas están almacenadas en un galpón, ubicado en un lugar no precisado del Bajo Flores, según informó la titular de la agencia, Graciela Gerola.

El pedido de informes que fue aprobado ayer, inclusive con apoyo del oficialismo del PRO, fue impulsado por el jefe de bloque del Frente para la Victoria, Diego Kravetz, con el respaldo de la Auditoría General de la Ciudad. Se trata de una resolución que busca determinar “el lugar físico donde se encuentran en estos momentos las pilas usadas y si se hicieron los procesos correspondientes que garanticen la no contaminación de la zona donde se encuentren”.

Entre los fundamentos de la iniciativa se sostiene que la ciudad “debió prever el destino de las pilas recolectadas antes de lanzar la campaña ambiental”. Es que, una vez finalizada la recolección, el material iba a ser enviado en un principio a la ciudad cordobesa de Bouwer, donde hay una planta de residuos tóxicos, pero la operación se abortó ante el rechazo de los habitantes y del intendente de esa localidad. Luego se intentó llevar a la provincia de Buenos Aires, pero las autoridades de esa provincia también se opusieron.

Kravetz recordó también que “hace 10 días se presentó en la Legislatura la titular de la Agencia de Protección Ambiental, y cuando se le preguntó por el destino de las pilas respondió: ‘No tengo la dirección exacta, creo que están en un galpón en el Bajo Flores’”.

“Los supuestos convenios interjurisdiccionales debieron ser notificados a los posibles distritos de destino, conociendo si la normativa local permitía esos acuerdos”, destaca el pedido de informes aprobado por la Legislatura.

“El anuncio del megaplan, el papelón con la provincia de Córdoba y que haya venido la directora de la Agencia de Protección Ambiental y no haya sabido dónde están las pilas y baterías es una clara demostración de las políticas improvisadas que lleva adelante el gobierno porteño”, consideró Kravetz. Por su parte, la titular de la Auditoría, Sandra Bergenfeld, afirmó que “no es lógico que anuncien una campaña para que lleven sus pilas a los CGP más cercanos y que finalmente las tiren en un galpón poniendo en peligro a los vecinos de la zona ya que, claro está, no tomaron las medidas de seguridad para evitar las consecuencias cancerígenas que esas pilas poseen”.