“En estos casos, nadie debe permanecer indiferente, sino informar a las autoridades.” En Europa, mientras los líderes de las potencias industriales sellaron su indiferencia frente al cambio climático, las autoridades policiales le piden a la sociedad que colabore para evitar más muertes de personas sin techo a causa de la ola de frío que pasa por el continente –28 murieron durante el fin de semana–, a la espera de bajas temperaturas record que ya alcanzaron los 20 grados bajo cero, en gran parte del continente. Además, las fuertes nevadas provocaron retrasos en los vuelos, suspensión de servicios de transporte urbano, cierre de autopistas y cortes eléctricos. El temporal también llegó a Estados Unidos, donde se declaró el estado de emergencia.

Polonia fue el país más golpeado el pasado fin de semana ya que registró la muerte de 20 personas que dormían en las calles, por eso agentes de la policía controlaron casas deshabitadas, cobertizos en jardines y parques para poner a indigentes y a personas en estado de ebriedad al abrigo. La policía local solicitó a los ciudadanos ayudar a las personas sin hogar. Otras ocho personas murieron en República Checa, seis de ellas en situación de calle, por las gélidas temperaturas que azotan el país desde el miércoles. Las otras dos personas muertas eran un hombre de 36 años hallado en Praga y una mujer de 51 años en Ostrava, ambos indigentes.

En Italia, las heladas también provocaron la muerte de dos personas pero a causa de una mala combustión de las estufas que utilizaban para combatir un temporal que no parece menguar, ya que el parte meteorológico anunció nuevas nevadas intensas en las regiones del norte y centro del territorio del golpeado Berlusconi. Los italianos del nordeste tiritaron con uno de los registros más bajos: 29 grados negativos en la región de Véneto durante la madrugada de ayer.

En la vecina España, 51 de las 57 provincias están en alerta por las bajas temperaturas, que podrían alcanzar 20 grados bajo cero en Burgos, León, Palencia, Soria y Alava. La nevada también cayó sobre la Torre Eiffel y los servicios meteorológicos franceses mantuvieron durante el domingo la alerta “orange” en cincuenta departamentos. Según el Météo-France las nevadas y lluvias finalizarían hoy por la noche.

Además, la baja en los termómetros acarreó fuertes nevadas que causaron graves problemas de tráfico en todo el continente. El transporte aéreo es el más afectado con el retraso o la suspensión de gran cantidad de vuelos. El aeropuerto de Düsserdolf, al oeste de Alemania, tuvo que cerrar ayer y varios vuelos con destino a Frankfurt, el mayor aeropuerto alemán, tuvieron que ser desviados. Hasta ayer el número de viajes cancelados llegaba a los 50. “Los quitanieves están trabajando sin descanso”, resaltó un portavoz germano.

Los problemas aéreos se replicaron en Bélgica con retrasos y cancelaciones en el aeropuerto de Bruselas y en Holanda, donde el aeropuerto Schiphol en Amsterdam acusó causas y consecuencias idénticas. Aunque en los Países Bajos los problemas con el tráfico aéreo fueron por un lapso de dos horas, las carreteras belgas se transformaron en una pista de hielo y nieve que provocó numerosos accidentes de tráfico. La situación fue similar en la tierra de los tulipanes, donde los tranvías y autobuses tuvieron que suspender su servicio, y numerosas carreteras fueron cortadas al tránsito.

Al este del temporal, en varios países de la ex Unión Soviética, las temperaturas también llevaron el mercurio de los termómetros por debajo del cero, pero las consecuencias no se limitaron a los servicios de transporte sino que el temporal de nieve provocó apagones eléctricos, además de cortes en las carreteras.

La tormenta de nieve también cruzó el Atlántico para transformarse en la mayor en décadas sobre suelo norteamericano. El temporal cubrió de blanco ayer gran parte del este de Estados Unidos ayer, dejando sin energía eléctrica a cientos de miles de hogares, paralizando el tráfico aéreo y dejando varados a muchos automovilistas.

Los gobernadores de los estados de Virginia, Maryland, Virginia Occidental y Delaware declararon el estado de emergencia en anticipo de la llegada de la tormenta. En el primero de esos estados, tres personas murieron el sábado en las carreteras, donde se produjeron 3000 accidentes, que cerraron las rutas interestatales durante varias horas. Mientras que otra persona de Virginia murió a causa del frío.

Cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad en sus hogares en Virginia occidental, Tennessee, Kentucky, Virginia y Carolina del Norte.

Lo más duro de la tormenta ya superó a Washington al alejarse en dirección noreste, pero muchos caminos seguían cubiertos de nieve en esta ciudad, desacostumbrada a tal volumen de nieve a esta altura del año, donde la última precipitación de este tipo databa de 1932.