SOCIEDAD › UNA PERSECUCION COMO EN LAS PELICULAS DE ACCION
A los tiros con el fiscal
Por segunda vez en el año, el fiscal de Lomas de Zamora Gabriel Vandemberg empezó a los tiros con supuestos delincuentes. Esta vez persiguió a tres porque pasaron rápido por su casa.
Gabriel Vandemberg es un fiscal de armas llevar. Por segunda vez en siete meses, este miembro del Poder Judicial de Lomas de Zamora protagonizó un violento tiroteo con delincuentes. Esta vez, a diferencia del anterior enfrentamiento, Vandemberg salió ileso a pesar de que intervino en una persecución que provocaría la envidia de Rambo. A lo largo de cuarenta cuadras y en su auto particular, secundado por un custodio armado, se lanzó tras la huella de otro auto en el que iban tres delincuentes que lograron escapar. El seguimiento fue desde Turdera, donde el fiscal vive con su familia, hasta el centro de Lomas, donde los sospechosos chocaron y huyeron tras apoderarse de otro auto, luego de amenazar al propietario. La policía dijo que Vandemberg corrió tras unos hombres que iban “a muy alta velocidad” en un Volkswagen Golf gris. Supuestamente “escapaban después de un robo” que no involucró al fiscal, quien reaccionó sólo porque los ladrones pasaron muy raudamente por el frente de su domicilio, donde había sido asaltado en la anterior ocasión.
El incidente se produjo cerca de las 10 de ayer, en Turdera, en el cruce de las calles Frías e Hipólito Yrigoyen, donde el fiscal Vandemberg vive con su esposa y sus dos hijos. De acuerdo con la información policial, el fiscal escuchó un disparo de arma de fuego y eso lo puso en estado de alerta. El balazo había sido efectuado, a dos cuadras de la casa, por unos ladrones que atacaron a un custodio privado al que le quitaron la pistola calibre 45 que llevaba.
Lo único que vio el fiscal fue que un Volkswagen Golf se acercaba por la calle Frías a toda velocidad, en dirección a su domicilio. Fue suficiente para que Vandemberg llamara a su custodio, un miembro de la Policía Bonaerense. Ambos se subieron al Ford Ka del hombre del Poder Judicial y comenzó la persecución, que se hizo a lo largo de la avenida Hipólito Yrigoyen, hasta el cruce con Ricchieri, donde doblaron a la izquierda.
A las dos cuadras, en el cruce con Bolívar, el Golf chocó contra un camión de la cadena de supermercados Disco y los delincuentes tuvieron que abandonar el vehículo. En segundos lograron interceptar al conductor de un automóvil Fiat Siena, al que subieron para seguir el escape, sin poder ser alcanzados por el Ford Ka del fiscal, que se dio por vencido luego de un seguimiento de película a lo largo de más de cuarenta cuadras.
Dentro del Volkswagen abandonado por los delincuentes la policía dijo que encontró una ametralladora, una pistola calibre 45 y un par de revólveres. En los asientos, según precisaron las mismas fuentes, había gran cantidad de sangre. Esto hace presumir que al menos uno de los delincuentes resultó herido. Los voceros aclararon que, en esta ocasión, el fiscal se expuso al comando del auto y que los disparos hacia el Golf fueron realizados por su custodio.
Vandemberg, de 39 años, ya tiene experiencia en enfrentamientos. El 8 de mayo fue asaltado cuando sacaba su auto del garaje de su casa para llevar a sus hijos al colegio. Cuatro asaltantes, a bordo de dos autos, lo interceptaron y el fiscal, ocultándose detrás del mismo Ford Ka, sacó de la cintura su arma, una Glock calibre 40, y se defendió a los tiros. Los hijos del fiscal estaba en el interior de otro coche, un Ford Scort rural, que quedó en medio de la línea de fuego. Dos delincuentes sufrieron heridas y el propio Vandemberg recibió un balazo en su pierna derecha. Los asaltantes lograron escapar y dos meses más tarde la policía detuvo a dos de ellos en el barrio Don Orione de Claypole.