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Una tormenta de lluvia, viento y granizo afectó ayer a diferentes localidades del norte y oeste del conurbano bonaerense y barrios porteños durante un período breve pero de gran intensidad, con precipitaciones de entre 15 y 30 milímetros y granizo de entre cuatro y cinco centímetros de diámetro. El fuerte temporal comenzó poco antes de las 19.30 provocó inconvenientes de tránsito y roturas de vidrios en unas cuantas viviendas, parabrisas y ópticas de automóviles que se encontraban desguarnecidos en ese momento.

En la Ciudad de Buenos Aires, para variar, la precipitación anegó zonas de los barrios de Villa Crespo, Caballito, Colegiales, Núñez, Devoto, Palermo y Belgrano. Tras la mala experiencia que pasaron los porteños en las inundaciones de febrero, el gobierno porteño aconsejó a los vecinos no arrojar residuos u otros elementos que pudieran obstruir los sumideros, como tampoco sacar la basura a la calle. Además de la intensidad de la lluvia, el espesor del granizo hizo ruido por los techos porteños, pero en el Teatro Lola Membrives hasta obligó a suspender la función de la obra Agosto, a pedido del público ya que no escuchaba las voces de los actores.

La tormenta, que se extendió por 45 minutos en la ciudad, tomó un lapso más breve en su paso por el norte y el oeste del conurbano bonaerense, pero bastó para que destrozará ópticas y parabrisas de los automóviles que no llegaron a ser resguardados por sus dueños. Las localidades más afectadas del conurbano fueron las linderas al Río de La Plata como Vicente López, San Isidro y Olivos.

Según se informó desde Vialidad Nacional, el temporal alcanzó las rutas nacionales 5 y 7, las provinciales 6 y 41, la Avenida Rivadavia. Además, se vieron afectados la autopista Riccheri en el tramo Ezeiza-Cañuelas, el puente La Noria, el puente Rosario-Victoria, el puente Zárate Brazo Largo, el puente Pueyrredón y el puente Avellaneda.