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El juicio oral por el caso de Miguel Serrano, un joven de 19 años que murió en un confuso incidente de tránsito, en el que está acusado un policía de la comisaría 3ª de La Plata, Marcelo Palomo, comenzará hoy y estará a cargo del Tribunal Oral Criminal (TOC) IV, de ese partido. A Palomo se lo acusa por el delito de “homicidio simple en concurso real con homicidio en grado de tentativa”, es decir que está imputado no sólo por la muerte de Miguel –al que habría atropellado con un auto–, sino por haber embestido en ese episodio a un amigo del joven, que sobrevivió. La madre del chico, Mónica Vallejos, aseguró que una semana antes del hecho “Miguel había sido amenazado de muerte”. El policía espera el juicio oral en libertad.

El 3 de junio de 2008, Miguel Serrano andaba en bicicleta con su amigo Miguel Quinteros por las calles 155 y 56 de la localidad de Los Hornos, en La Plata, cuando apareció un Fiat 147 blanco y atropelló a los dos jóvenes. Según el relato de dos testigos, el conductor se bajó del vehículo, apartó la bicicleta, volvió a subir al auto, dio marcha atrás y volvió a atropellar a Serrano. El chico falleció al día siguiente del incidente en el Hospital Alejandro Korn, de La Plata.

“Cuando estaba agonizando, el joven le dijo a su hermana que Marcelo Palomo era el responsable”, indicó un testigo que declaró en la causa. Esa hermana, junto a dos vecinos y el custodio de una antena de telefonía, que vieron cómo sucedieron los hechos, son los testigos. Pero la clave es el chico que acompañaba a Serrano, que pudo recuperarse de la embestida: “Quinteros declaró en la fiscalía Nº 10 y reconoció al imputado”, afirmó una fuente del caso. Sin embargo, “no se sabe si va a declarar en el juicio oral”, que empieza hoy, agregó la fuente. Es que después de declarar, “el chico no tuvo ninguna protección y tiene miedo de que lo maten”, indicó. La defensa argumentó ante la fiscalía que el día del incidente “estaba en otro lugar”.

Las causas que habrían desencadenado los hechos son una incógnita, “imposibles de pensar. Ninguno tenía antecedentes penales y ambos eran menores”, informó una fuente de la investigación. Después de las declaraciones, el policía acusado había sido detenido. Pero un mes después del incidente, el juez de garantías Juan Pablo Masi concedió la libertad a pedido de los fiscales Sergio Delucis y María Laura Di Gregorio porque entendieron que la acusación era menor. Finalmente, la fiscalía Nº 6, a cargo de Marcelo Romero, elevó el caso a juicio oral.

Informe: Rocío Ilama.