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El Parlamento de Cataluña votará hoy si prohíbe o no las corridas de toros en esa región de España. Lo hará después de meses de debate entre los promotores de la iniciativa, que pretende poner fin al maltrato de animales, y los defensores del espectáculo popular más antiguo de España. De aprobarse la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para prohibir los toros, promovida por más de 180.000 ciudadanos a través de la Plataforma Prou (Basta), Cataluña se convertirá en la segunda comunidad de España en abolir las corridas, después de que las Islas Canarias lo hicieran en 1991.

El debate entre taurinos y antitaurinos es tan viejo como el espectáculo mismo, que nació en su versión moderna en el siglo XVIII, cuando se construyeron las primeras plazas de toros, el torero de a pie sustituyó al de a caballo, comenzó la cría de ganadería para las corridas y se fijaron las primeras normas del “arte” de torear.

En Cataluña, los defensores de los derechos de los animales han encontrado apoyos suficientes para tramitar la iniciativa de ley en la cámara autonómica hace ya siete meses. En aquella ocasión, 67 diputados votaron a favor de la tramitación, 59 en contra, cinco se abstuvieron y cuatro no participaron.

Los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), la coalición ecologista de Iniciativa Per Catalunya Verds (ICV) y EUiA (Esquerra Unida i Alternativa) respaldaron la iniciativa, mientras el conservador Partido Popular (PP) y de Ciutadans la rechazaron. La clave estuvo y estará también ahora en lo que harán los representantes del PSC (Partido Socialista de Catalunya) y los nacionalistas de Convergencia i Unió (CiU), partidos que dieron libertad de voto a sus parlamentarios.

“Creo que tendremos unos resultados parecidos a los de la primera votación, ya que el 80 por ciento del Parlamento tendrá libertad de voto”, dijo Leonardo Anselmi, portavoz de Prou.