Lunes, 2 de agosto de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › CON CINCO DETENIDOS, SOSTIENEN QUE EN EL CASO DE LA SALIDERA QUEDó DESARTICULADA LA BANDA
Aunque falta el entregador, la Bonaerense asegura que con las dos últimas detenciones el caso de la salidera está resuelto. Del mismo Ministerio de Justicia y Seguridad dependen los controles a la Seguridad Bancaria. La mujer evoluciona y el bebé sigue grave.
Dos nuevos detenidos por el salvaje ataque en una salidera bancaria contra una mujer embarazada permitieron asegurar al Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense que el caso estaba resuelto. De todos modos, reconocieron que faltaba ubicar y detener al entregador que marcó a la mujer cuando retiró el dinero de la sucursal del Banco Santander Río en La Plata. En un comunicado autoelogioso, la propia Bonaerense, dependiente del ministro Ricardo Casal, sostuvo que “unos 300 hombres y equipos aéreos y tecnológicos” participaron en la “desarticulación total de la banda”, sin mencionar que del mismo Casal depende el control de la Seguridad Bancaria, las regulaciones de seguridad que deberían cumplir los bancos, y sus habilitaciones. Lejos de tanta trama no revelada, la mujer atacada, Carolina Píparo, de 34 años, seguía en terapia intensiva con evolución favorable, con un pulmón comprometido por el balazo, mientras que el bebé sigue con asistencia respiratoria mecánica, e inestable, según informaron en el Hospital San Roque, de Gonnet.
Luciano López, de 18 años, y Juan Manuel Calvimonte, de 34, fueron detenidos durante la medianoche del sábado en dos operativos diferentes. Calvimonte fue señalado por fuentes policiales a la agencia DyN como el jefe de la banda, y López como sospechado de haber conducido la motocicleta desde la cual se baleó a Píparo. En los operativos participaron las Delegaciones Departamentales de Investigación de La Plata y La Matanza. Calvimonte, quien al parecer seguía desde un automóvil el episodio en medio del cual fue atacada la mujer, fue capturado en un hotel familiar en la calle Juana de Arco al 3600 de la localidad bonaerense de Ciudadela, partido de Tres de Febrero. Pocas horas antes había sido arrestado López, quien al sentirse cercado por los agentes había llamado a un abogado para que asegurara a los efectivos que no iba a resistirse, con el fin de evitar un enfrentamiento. El joven tenía aparentemente a su nombre la moto Yamaha 125 desde la cual se disparó contra Píparo, y fue detenido a las 21 en el peaje de la localidad bonaerense de Dock Sud, partido de Avellaneda, bajo la supervisión de su defensor, Pablo Cuomo.
López habría pedido que no se involucrara en la causa a su novia Jennifer López Leguina, de 19 años, detenida el jueves poco después del ataque. También el jueves había sido detenida Stella Maris Grizzia, ambas imputadas de “encubrimiento agravado”. El tercer detenido había resultado el presunto autor del disparo, según la hipótesis de los investigadores. Se trata de Carlos Burgos. La búsqueda, entre tanto, continuaba tras la pista del entregador que marcó a la mujer para ser robada.
A todo esto, el legislador porteño Daniel Amoroso proponía modificar las instalaciones de los bancos en jurisdicción porteña para crear una “zona de privacidad” frente a las cajas, con el objetivo de preservar al cliente y reducir el riesgo de que, al ser vista la operación monetaria que concretó, pueda sufrir un robo.
La iniciativa, que fue presentada en la Legislatura de la Ciudad, prevé la construcción de una estructura que impida que una persona sea observada por los demás clientes de una sucursal al momento en que llega a la caja para ser atendido. La propuesta realizada por Amoroso, integrante del bloque Unión Federal, busca bloquear “los movimientos de quien se encuentra frente al cajero” para que “nadie más pueda saber si está retirando una gran cantidad de dinero o simplemente está pagando una factura. Buscamos minimizar los riesgos y ayudar tanto a los clientes como a los empleados de los bancos”, explicó el legislador en un comunicado. Amoroso sostuvo que la propuesta será debatida con los trabajadores del gremio bancario.
El director del hospital San Roque de Gonnet, Daniel Angeleri, informó ayer a los medios que Píparo y su bebé seguían internados “con pronóstico reservado” y señaló que el niño “sigue en estado muy crítico”. Angeleri señaló en el parte médico que la mujer seguía “en terapia intensiva con evolución favorable” y que su parte más comprometida era “el pulmón” donde se alojó el balazo que recibió el jueves. “El bebé lamentablemente sigue en estado muy crítico, con asistencia respiratoria mecánica, con situación inestable”, acotó el director. Además, explicó a la prensa que si a un paciente “se lo define como inestable es porque sus funciones básicas funcionan por las drogas que tiene, no tiene autonomía”. Angeleri recordó que la mujer “no se moviliza”, por lo que conoció a su bebé “a través de fotos” que le llevó el personal de Neonatología.
Píparo había concurrido el miércoles a una sucursal del banco Santander Río, ubicada en avenida 7 y la calle 42, en el centro de La Plata. Quería retirar 10 mil dólares y 10 mil pesos. Un empleado de la entidad le dijo que no tenían esa suma en la sucursal y le sugirió regresar al día siguiente. Píparo, embarazada de ocho meses y medio, volvió el jueves a la sucursal, donde le dieron el dinero y, cuando se dirigía a su vivienda de las calles 21 y 36 de la misma ciudad, fue atacada.
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