SOCIEDAD › UNA JUEZA DECLARO INIMPUTABLE AL AGRESOR DE ADRIAN SUAR
Después del tramontina, el Borda
Los peritos concluyeron que Damián Peña, de 24 años, no es consciente de sus actos.
Pol-ka no interviene en la causa judicial.
La gloria no estaba entre las opciones y Devoto es un lugar para presos con otras características. Por eso, Damián Peña, el joven de 24 años que trató de atacar a Adrián Suar con un cuchillo tramontina, tomó el tercer camino posible: lo internaron en el Servicio Psiquiátrico Central de Varones, la Unidad 20, un lugar blindado e independiente que funciona dentro del predio del Hospital Borda, el más famoso de los loqueros. Peña fue declarado “inimputable” por la jueza María Laura Garrigós de Rébori, quien ordenó el traslado a la unidad de detención que depende del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y que brinda un doble servicio: guardia de seguridad y profesionales que dan asistencia psiquiátrica a los internos. Después de pedir un informe a los expertos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación, la jueza dispuso la internación porque Peña “no tenía dominio sobre sus actos y debe ser tratado”, dijo una fuente judicial. Los voceros de Suar dijeron que ellos no tuvieron “ninguna intervención en el trámite, que depende sólo de la Justicia”.
El cargo que pesaba contra Peña era por “agresión con armas”, un delito penado con 15 días a seis meses de prisión, siempre que no haya heridas ni se hayan esgrimido armas de fuego, tal como ocurrió en este caso. El sobreseimiento de Peña fue inmediato, tras comparecer ante la jueza y luego de producido el informe del Cuerpo Médico Forense. Previamente, la madre de Peña se había presentado ante la comisaría 29ª, donde hizo saber que su hijo Damián había tenido varias internaciones dado que sufría “cuadros de esquizofrenia”. Ayer, voceros de Pol-ka, la productora de Suar, recordaron que en una ocasión anterior el mismo joven había tratado de atacar a uno de los empleados, aunque sin utilizar arma alguna.
La jueza Garrigós de Rébori recibió ayer al mediodía un informe preliminar de los expertos del Cuerpo Médico Forense que examinaron a Peña. Allí se dice taxativamente que el joven “no era consciente de sus actos”. Peña, desde hace unos años viene recibiendo un tratamiento ambulatorio “en un instituto para drogadependientes”. El joven pasó la noche del lunes al martes en una celda de la comisaría 29ª y en la mañana de ayer fue trasladado a los tribunales de Lavalle 1635, esposado y con fuerte custodia policial. Por la noche, Peña había sido visitado en la comisaría por sus padres, que trabajan como empleados en una pizzería.
El fallido ataque se produjo en la puerta de ingreso a Pol-ka, en Jorge Newbery al 3400, a metros de la avenida Córdoba, en Colegiales. El agresor vive a sólo cinco cuadras del lugar. Varios vecinos dijeron haber sido víctimas de episodios similares, aunque ninguno tan grave. A una vecina le rompió dos veces la puerta de entrada a su casa. “El padre nos pidió disculpas”, contó la mujer, llamada Adriana. “El chico estaba en tratamiento psiquiátrico por consumo de drogas”, aseguró.
La jueza Garrigós de Rébori seguirá al frente de la causa para esclarecer lo que ocurrió durante el incidente, pero técnicamente el caso parece cerrado, dado el estado psíquico del autor del hecho. Durante su breve indagatoria, Peña se mostró ante la jueza “fuera de sí, totalmente enajenado, situación que provocó una gran conmoción”. Poco antes, para colaborar con la causa, Suar había entregado la cinta grabada por las cámaras de seguridad que están ubicadas en la puerta de Pol-ka.
El ataque no tuvo consecuencias por la intervención del custodio, un suboficial de la Policía Federal llamado Rodolfo Polke, un apellido que parece de ficción, adaptado a la medida de la productora. Los allegados a Suar insistieron en que reforzarán la seguridad, pero aclararon que “en Pol-ka siempre se reúne gente y no podemos echar a nadie”.