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Desde ayer al mediodía comenzó a regularizarse en Ezeiza la frecuencia de los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas y Austral, luego de cuatro días de demoras y cancelaciones sorpresivas. El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, reconoció que “se evaluó mal la cantidad de vuelos” que se trasladaron a Ezeiza por el cierre del Aeroparque Metropolitano. Schiavi aclaró que “no es que Ezeiza no los pueda admitir, sino por el volumen del traslado a un lugar nuevo”. El funcionario recordó que los mayores problemas se vivieron el jueves y el viernes porque “durante un día y medio estuvimos con un conflicto gremial en el medio”, por un paro sorpresivo de una de las entidades gremiales que agrupan a los pilotos. Schiavi, en diálogo con Página/12, aclaró que hasta el viernes Aerolíneas y Austral “operarán con 64 vuelos programados, 42 de cabotaje y 22 regionales”. En condiciones de normalidad, las dos empresas cumplen con 107 servicios diarios, de lunes a viernes: 63 de cabotaje y 44 regionales. A ese número se podría volver recién “a partir del viernes”.

También se estaban normalizando los vuelos de la empresa LAN, afectados en su caso por un paro sorpresivo de las azafatas declarado a las cinco de la mañana de ayer, en demanda de mejoras en las condiciones de trabajo. La normalización comenzó a mediodía, luego de que el Ministerio de Trabajo dictara la conciliación obligatoria entre el personal y la empresa. Como consecuencia del conflicto, “se cancelaron tres vuelos de cabotaje a Córdoba, Neuquén y Tucumán, y un vuelo internacional a San Pablo”, dijo un vocero de LAN Argentina.

La secretaria general del sindicato que hizo el paro, Paula Marconi, explicó que la protesta fue porque la empresa “niega (la vigencia) del convenio” y también por “el no respeto de la norma aeronáutica y nuestro derecho de autorrepresentarnos”. La medida la cumplieron “400 tripulantes de cabina”. LAN tiene cerca de 30 vuelos diarios.

Sobre la situación de los servicios de Aerolíneas y Austral, Schiavi informó que desde el domingo “sólo hubo seis cancelaciones (de vuelos programados) y los horarios (en el resto) se cumplieron en un 70 por ciento”. A partir del viernes “se evaluará la situación” para saber si se puede cumplir con la totalidad de los 107 vuelos habituales, que ahora se redujeron a 63. La idea es “privilegiar la eficiencia del servicio”.

Una fuente consultada por este diario explicó que “ahora se han cancelado vuelos pero en forma programada, lo que significa que no todo el pasaje estaba vendido. A los pasajeros que ya habían hecho la reserva, se les avisó de la reprogramación, de manera que no tendrán que soportar la molestia de ir hasta Ezeiza y encontrarse allí con la novedad”.

Schiavi señaló como posibilidad que se recuperen las frecuencias “con vuelos nocturnos, después de la medianoche, ya que Ezeiza es el único aeropuerto con capacidad para hacerlo”. Las fuentes explicaron que esto podría aplicarse a los vuelos de cabotaje o regionales de más de dos o tres horas. “Si un vuelo sale a las 4.30 y llega a las 7.30, es un horario que posibilita a los viajeros poder organizar bien la forma de movilizarse, una vez llegados al lugar de destino.”

Por su parte, el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, confirmó ayer que la compañía está operando “sin inconvenientes” sus vuelos de cabotaje desde Ezeiza. “Hace dos días que no tenemos cancelaciones y estamos operando con las demoras normales de cualquier línea aérea. Sabíamos que operar en Ezeiza iba a ser una situación crítica, pero el problema se agravó por otras cuestiones”, sostuvo.