Una escuela primaria del barrio porteño de Villa del Parque, donde también funciona un jardín de infantes, lleva casi dos semanas sin clases después de que se desprendieran los cielorrasos de algunas de sus aulas. “El mismo problema había ocurrido el año pasado en algunas aulas, que ahora están en obra, pero la nueva caída se produjo en aulas que habían sido evaluadas como buenas por las autoridades de Infraestructura Escolar”, lamentó Karina Szydlovsky, presidenta de la cooperadora. El Ministerio de Educación porteño había prometido que las clases se retomarían hoy, pero los trabajos no se terminaron y ahora aseguran que el lunes se reanudará la actividad.

La incertidumbre en esa comunidad educativa comenzó el año pasado cuando, después de una tormenta, se arruinaron los techos de un sector. Se resolvió entonces que cuatro de las diez aulas necesitaban la remoción y el reemplazo del cielorraso, por peligro de derrumbe. “Las obras recién empezaron en septiembre de este año, pero el 12 de noviembre hubo desprendimientos en otro sector, donde los arquitectos habían garantizado que el techo no necesitaba arreglos”, dijo Szydlovsky.

Para colmo, días después, por la madrugada, se desprendió mampostería de otra aula. “Si hubiera ocurrido en horario de clase hubiera lastimado a los chicos y al docente”, relató Florencia, madre de un chico de preescolar. Padres y docentes resolvieron entonces la suspensión de las clases hasta que se terminen de remover los cielorrasos. “No mandaron la cantidad suficiente de obreros, por eso la obra todavía no terminó”, se quejan los padres.