El fiscal de Escobar Christian Fabio ordenó anoche más de 30 allanamientos para detectar a los autores del sanguinario asalto al blindado en la Panamericana. Los resultados recién se conocerían a lo largo de la madrugada y la mañana de hoy. La pesquisa tiene varias ramas. Por un lado, se siguen datos aportados por confidentes policiales. Otra vertiente está en el hallazgo de dos autos presuntamente utilizados en la tentativa del robo, un Ford Focus gris en Luis Guillón, mientras que el otro Ford Focus, negro, se encontró en Quilmes. En el lugar del ataque quedó un Volkswagen Gol. Está claro que los delincuentes se movieron también en un Ford K no encontrado y existen sospechas de que un camión de materiales, que bloqueó el paso del blindado, igualmente tuvo que ver con la banda. Este diario pudo establecer anoche que está en la mira un BMW de 2007 o 2009 que, de la misma manera que los Focus y el Gol, atravesaron el peaje segundos después que el camión de caudales, derribando las barreras. Es posible que el plan consistiera en meter el botín en el auto de la marca alemana. El otro objetivo de la pesquisa es tratar de establecer quién fue el entregador. Es evidente que la banda tenía buena información y, para los investigadores, el que pasó el dato no estuvo en el blindado, sino posiblemente entre quienes cargaron el camión o ejercieron la custodia en el lugar de origen. Por último, un elemento clave de la pesquisa serán las comunicaciones. Ya se está tratando de determinar cuáles fueron los celulares que se accionaron en la zona a la hora del asalto.

La banda que protagonizó el frustrado ataque al blindado y provocó la muerte de dos policías bonaerenses se movió con varios vehículos, utilizó armas de varios calibres, incluyendo fusiles FAL. Estuvo integrada por más de una decena de hombres, pero al mismo tiempo mostró cierta improvisación e inexperiencia que los llevaron a fracasar en el golpe. Por ejemplo, los camiones de hoy en día tienen blindajes tipo RB4, justamente preparados para resistir disparos del calibre 308, que es el del FAL. La única chance de frenar un blindado pasa por incendiarlo o atravesarlo con balas de un calibre mayor, como el .50 BMG.

La filmación del peaje mostró que el blindado pasó a las 13.31 por la cabina 12 del peaje del ramal Campana. Segundos después y derribando la barrera pasaron los dos Focus y el Gol. Pero, además, 50 segundos antes pasó un BMW, serie 5, color gris oscuro, que también arrasó con la barrera. No tiene demasiado sentido que alguien al volante de un auto tan caro destroce la barrera sólo para evitar el pago del peaje. Eso hace suponer que también fue parte de la operación. Según los investigadores policiales, es posible que hubiera todavía más vehículos usados en el asalto y está siendo analizado lo que ocurrió con un camión de materiales que en las filmaciones parece interponerse en el paso del blindado. Otro vehículo que usaron los delincuentes fue un Ford K.

Los dos Ford Focus tenían todos los vidrios polarizados, incluyendo el parabrisas, lo que hace difícil la identificación de los sujetos que iban adentro. En las filmaciones del peaje no se perciben sus caras, sino las mangas de sus remeras y camisas y, por otra parte, se ve que llevaban puestos chalecos antibalas.

Como surge claramente de las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre, los vehículos se pusieron a la par con los dos patrulleros de custodia y de inmediato dispararon a mansalva contra los policías. Uno de ellos recibió dos balazos, uno de los cuales, en el cuello, resultó mortal. El otro policía asesinado recibió tres balazos, siendo mortal el que impactó en la base del cráneo. Ambos uniformados eran los que manejaban los patrulleros, de manera que el camión de caudales quedó sin custodia.

Una de las grandes preguntas del caso es quién pudo ser el entregador, es decir la persona que aportó la información. En algún momento se sugirió que podría ser uno de los integrantes de la dotación que estaba dentro del blindado, básicamente porque llamó la atención que abandonara la Panamericana, en lugar de continuar por ella. Quienes están en la investigación del caso descartan esa hipótesis, al menos por ahora. Según ellos, en las imágenes se ve otro vehículo que participó del asalto y que, según parece, estaba unos metros delante del blindado. Eso motivó al chofer a no seguir hacia allí, sino buscar una salida alternativa. Por otra parte, los investigadores creen que un cómplice dentro del blindado hubiera abierto la puerta y lo que sucedió fue lo contrario: desde el camión se resistió al ataque. Esa fue la clave para que el robo no se concretara.

En sintonía con ese análisis, la búsqueda del entregador se concentra en otro lado: en el punto de origen. Se analiza el personal que durante estos días sabía que ese traslado se iba a hacer y también se mira con detenimiento a todo el personal policial que trabaja en la custodia de las operaciones de carga de los camiones.

Como centro de la banda, en la mira están los viejos y experimentados asaltantes de blindados que hoy están en libertad. Lo cierto es que de los nombres famosos –Daniel “El Pelado” Hidalgo, Hugo “La Garza” Sosa y varios otros–, el único que sigue preso es Luis “El Gordo” Valor. Se los considera en condiciones de armar una banda de estas características, pero no parece congruente que hayan ido directamente a matar a los policías, antes incluso de cometer el robo. Cualquiera de los experimentados sabe que el homicidio de los uniformados significa una pena de reclusión perpetua y ese tipo de delincuente prefiere esquivar semejante peligro. Aun así, los jefes policiales no descartan nada: “Son gente jugada, que ya sabe que igual iría presa de por vida. Tal vez enloquecieron”.