SOCIEDAD
El boom también llegó a la ciudad del fin del mundo
Pese a que es uno de los destinos más caros del país, Ushuaia bate records de turistas, tanto extranjeros como argentinos.
No es un destino de lujo, pero se le parece. Ushuaia, al límite del desborde, es otro de los puntos patagónicos más visitados esta temporada. Aunque la devaluación no la dejó afuera, la isla del fin del mundo sigue siendo uno de los destinos más caros del país, inaccesible para el argentino medio. Al costo elevado que implica el transporte se suman tarifas mucho más altas en todos los rubros que elevan el promedio de gasto por persona y por día a 289 pesos, cuando Mar del Plata permite a sus turistas veranear por el 10 por ciento de ese valor. A pesar de esto, junto a los miles de extranjeros que todos los días van y vienen de compras por la céntrica avenida San Martín, los argentinos de mayor poder adquisitivo también van en aumento. A contramano de las cifras históricas, la hotelería de tres, cuatro y cinco estrellas tiene ocupación de entre el 98 y el 99 por ciento, en tanto que los albergues y las casas de familia están al 75 de su capacidad.
Los primeros datos de la temporada 2002-2003 confirman un crecimiento en la cantidad de visitantes que alcanza el 32 por ciento con respecto a la anterior. De ellos, alrededor del 70 por ciento son extranjeros, lo que implica un crecimiento también de la cantidad de turistas argentinos, que en las últimas temporadas promediaban el 15 por ciento. “Vinieron los de más alto poder adquisitivo, los que no viajaron afuera pero todavía pueden gastar mucho”, describió Roque Ruiz, mozo del restaurante Mustachio, ubicado en la avenida San Martín. Comparado con los aumentos que se registran en la hotelería, donde las categorías de tres, cuatro y cinco estrellas prácticamente dolarizaron sus precios –según afirmó el secretario de Turismo, Julio Lovece–, el rubro gastronómico no se aleja de los precios que se manejan en el resto de los destinos turísticos del país. Se puede comer una pizza con dos chopps de cerveza por 10 pesos y por 16 un típico cordero fueguino con ensalada libre y un postre. “Hay campings también y entonces se puede hacer un viaje más barato, pero el problema es que tenemos el filtro del pasaje aéreo que dispara los costos”, indicó Lovece.
De cualquier manera, el crecimiento del turismo registró en diciembre, con la entrada de 30 mil personas, el record de los últimos 10 años. El aumento se ve en las calles y lo confirman los comerciantes: “Estamos vendiendo muy bien a pesar que el turista europeo no es consumista como nosotros. Compran porque realmente les conviene el cambio”, señaló Marcelo Enríquez, encargado de Popper, un local de ropa deportiva.
Con un promedio de estadía breve, que va entre los dos y tres días, Ushuaia vive en constante renovación. La llegada casi diaria de barcos hace que en ciertos días una ciudad con 2800 plazas como capacidad total de alojamiento llegue a tener cerca de 10 mil visitantes. “Este año la ciudad desborda”, coincidieron el secretario de Turismo y los operadores de turismo, hoteleros y comerciantes consultados por Página/12.
Aunque Tierra del Fuego fue siempre un destino elegido por extranjeros, Lovece señaló que este año es notable el aumento en la cantidad de visitantes procedentes de Inglaterra, Holanda y Australia, casi a la par de franceses, alemanes, italianos y españoles, históricamente mayoritarios en número.
En cambio, la posibilidad de veranear en Ushuaia para una familia argentina de clase media se trunca apenas se piensa en los 600 pesos que, en promedio, cuesta un pasaje aéreo de ida y vuelta. A partir de ahí, el resto de las tarifas se ajustó hacia arriba con un piso de entre el 40 y el 50 por ciento, y que en la hotelería de mayor categoría llega a un 90 por ciento, cuando los precios no son directamente en dólares. Con estos costos, lo que históricamente fue caro para el castigado bolsillo nacional, hoy se convierte en inaccesible. “Esto es obvio si uno compara el promedio de gasto diario por persona en Mar del Plata, que está entre los 20 y los 30 pesos, con los 289 que tenemos esta temporada en Ushuaia”, confirmó a Página/12 el secretario de Turismo local. Esos 289 pesos que hoy deja cada turista en Ushuaia casi duplican los 150 que gastaban en promedio la temporada anterior. Una cifra bastante alta si se tiene en cuenta que gran parte de los miles de turistas que llegan por día no duerme en la ciudad. Son casi todos estadounidenses que arriban al puerto de Ushuaia en cruceros, visitan el Parque Nacional y los lagos, hacen compras y se van.
Este tipo de turistas abarca un porcentaje considerable del total de extranjeros. Según datos de la Secretaría de Turismo municipal, unos 170 barcos amarrarán en el puerto de la ciudad esta temporada. Muchos de ellos son cruceros gigantes que trasladan hasta 1800 pasajeros, en tanto que el resto son embarcaciones más chicas, de entre 70 y 300 pasajeros, que previo paso por Ushuaia siguen camino rumbo a la Antártida.
Si Ushuaia es en sí misma un destino que no está al alcance del argentino promedio, la Antártida resulta ser el fruto prohibido. Una excursión de entre 10 y 20 días, ida en barco y vuelta en avión, cuesta 12 mil dólares. “Sí, doce mil dólares”, repite María Angélica Mesas, directora de la Agencia All Patagonia, por si quedan dudas.
Quienes no llegan vía marítima lo hacen en avión previo paso por Buenos Aires porque sólo Lapa o Aerolíneas Argentinas pueden aterrizar en Ushuaia. Hoy son seis los vuelos que aterrizan allí cada día y “no dan abasto”, según señaló Lovece. “Al no llegar vuelos internacionales hay déficit de aviones y esto sucede porque las empresas nacionales tienen monopolizadas las rutas aéreas”, explicó el funcionario municipal.
Producción: Paula Bistagnino.