Desde Salta

El estudio de la fauna cadavérica realizado con muestras extraídas de los cuerpos de Houria Moumni (23) y Cassandre Bouvier (29) determinó que la muerte de ambas se produjo entre el 15 y el 16 de julio, es decir “entre 14 y 13 días antes” de la aparición de los cuerpos, el viernes 29 de ese mes, confirmó ayer el Laboratorio de Entomología Forense del Cuerpo de Investigadores Fiscales (CIF) del Ministerio Público salteño. El resultado de la pericia respalda la actual hipótesis del juez de la causa, Martín Pérez, en el sentido de que el doble crimen se habría cometido entre las 19 y las 20 del 15 de julio, en la zona del Mirador de la Quebrada de San Lorenzo. Al mismo tiempo se supo que en Buenos Aires se logró obtener el patrón genético completo de al menos una de las muestras de semen, cabellos y piel que se habían enviado al Laboratorio de Biología de la Facultad de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Esto permitiría establecer el ADN de al menos uno de los agresores de Houria y Cassandre. Ayer circuló el nombre de uno de los siete imputados como la persona cuyo ADN es coincidente con el de la pericia. La Justicia salteña aclaró que recién el lunes se conocerá el resultado del análisis.

El juez Pérez recibirá ese día el resultado completo del trabajo realizado por el equipo que encabeza el biólogo y genetista Daniel Corach. Otro punto de interés es el peritaje balístico de dos plomos recogidos en el escenario del crimen y que no coinciden con la bala disparada con una carabina Bataan calibre 22, que es la que mató a Cassandre. Como se dijo, los dos plomos que se supone impactaron –con orificio de salida– en el cuerpo de Houria, y que habían sido hallados días después de que se levantaron los cuerpos, no fueron disparados por la carabina Bataan secuestrada. A unos 50 metros de donde aparecieron los cadáveres, fue hallado un cuarto plomo –se presume que es calibre 22–, que ahora también será peritado no sólo con la carabina sino también con otras tres armas del mismo calibre que fueron secuestradas a una persona que, hasta ahora, no tiene nada que ver con el crimen.

Se trata de Raúl Sarmiento, quien tiene abierta una causa como supuesto autor de un robo que tramita en un juzgado que no es el del doctor Pérez. Al principio, algunas versiones intentaron vincular a Sarmiento con el doble crimen de las francesas, pero la información fue desmentida, casi en coincidencia con la excarcelación del hombre. Ahora las tres armas secuestradas en la casa de Sarmiento, pero sobre todo una escopeta calibre 22 que habría sido enterrada, serán objeto de peritajes, para saber si tienen relación con tres de los cuatro plomos encontrados en distintos momentos en la escena del crimen.

Sarmiento es un hombre de humilde condición que trabaja como baqueano y que, según la policía, tiene algunos antecedentes en delitos de distinta índole, que habría purgado una condena en el penal de Las Rosas. Se sospecha que él pudo haber escondido la segunda de las armas usadas en el doble crimen, porque es vecino y conocido de Daniel Octavio Vilte. Como se sabe, tanto Vilte como Gustavo Lasi y Santos Clemente Vera son señalados por los investigadores como los que habrían sido los autores materiales del hecho investigado.

Ayer, en Salta, se llegó a decir que uno de los siete detenidos había sido identificado por el ADN como uno de los que atacaron sexualmente a Houria y Cassandre. Sin embargo, el vocero de la Justicia local, Marcelo Báez, lo desmintió ante Página/12. Sostuvo que el resultado de esas pericias se conocerá el lunes próximo. Por su parte, los estudios que ahora establecieron con mayor certeza que la muerte de las dos turistas ocurrió entre el 15 y 16 de julio, fueron realizados por un equipo del CIF encabezado por la entomóloga Rossana Ayón.

Ayer se hizo un careo entre dos de los detenidos, Omar Darío Ramos y Santos Clemente Vera. Ambos, antes de ser detenidos, colaboraron como baqueanos en algunos de los rastrillajes realizados por la policía, incluyen al que permitió encontrar dos de los plomos calibre 22. Ramos dice que fue Vargas el que encontró los proyectiles, mientras que Vargas afirma que fue la policía. El careo se hizo por la contradicción existente entre ambos y también para de-sentrañar si hubo o no una maniobra para “plantar” esos dos plomos y contaminar la investigación.