SOCIEDAD › UNA AVIONETA CON COCAINA CAYO EN URUGUAY
El piloto que prefirió huir
“¿Y dónde está el piloto?”, exclamaron al unísono los oficiales uruguayos cuando llegaron al lugar del accidente en la localidad de Tupambaé. Allí, aún humeando, se encontraba una avioneta Cessna argentina que pocos minutos antes había tenido que hacer un aterrizaje de emergencia. Sin embargo, en las inmediaciones no encontraron a nadie, ni al capitán de la nave, ni a sus acompañantes. ¿Estaban carbonizados? No, más bien “demasiado” ilesos, tanto que salieron corriendo con algunos paquetes de cocaína que intentaban introducir ilegalmente al país, cuando llegó la policía.
El hecho ocurrió ayer a la mañana a unos 120 kilómetros al nordeste de Montevideo, cuando una avioneta Cessna de matrícula argentina se precipitó a tierra. Todo hacía prever que habría víctimas, por lo que rápidamente la policía se encaminó hacia el lugar del accidente, desde donde se veía ascender una tenue columna de humo.
Cuando finalmente arribaron al lugar del hecho, los policías se enfrentaron con un escenario que los desorientó. Allí, casi intacta, se hallaba la avioneta estrellada. Sin embargo, ni el piloto ni sus acompañantes estaban en el lugar. “¿Sería posible que el golpe los hubiera dejado inconscientes en el interior del avión?”, se preguntaron extrañados los rescatistas. No, allí tampoco había nadie.
Profundamente desconcertados, los policías comenzaron a indagar a los vecinos para intentar resolver la incógnita de esta avioneta sin piloto. Finalmente, tras algunos testimonios insípidos, un vecino dio en el clavo. Este hombre relató que apenas aterrizó el biplano, dos personas se bajaron de la aeronave e intentaron prenderla fuego, tratando de borrar toda huella de la presencia de los seis kilos de cocaína que transportaban.
En eso estaban cuando a lo lejos vieron acercarse a la policía. Venían a rescatarlos, pero eso era lo último que querían, por lo que prefirieron huir. “El piloto intentó prender fuego el avión para que no halláramos las drogas”, comentaron los investigadores, mientras los rescatistas volvían frustrados a sus cuarteles con la sensación de haber sido engañados.