Los legisladores del PRO no pudieron aprobar en comisión su proyecto para suprimir las Juntas de Clasificación docente, al suspenderse la reunión plenaria que debía tratar esa iniciativa, primero por falta de quórum y luego, a raíz de los incidentes registrados entre docentes y personal de seguridad de la Legislatura, que dejaron un saldo de por lo menos siete heridos leves. Los gremios docentes cumplieron ayer un nuevo paro de actividades en rechazo al proyecto macrista y se movilizaron en forma masiva a la Legislatura. El debate se reanudará el martes, esta vez a puertas cerradas, pero con la presencia de cámaras de TV. En tanto, los sindicatos UTE-Ctera y Ademys convocaron a una nueva medida de fuerza, con movilización, para ese mismo día.

El plenario de las comisiones de Educación y de Legislación del Trabajo estaba convocado para ayer las 10. Debía tratar el proyecto del PRO que reemplaza las juntas que se ocupan de los nombramientos y ascensos de docentes por un organismo único dependiente del Poder Ejecutivo. A las 10.45, en el Salón Montevideo –el lugar previsto para la reunión– había sólo dos diputadas: Laura García Tuñón y María América González, ambas de Proyecto Sur, y unas ochenta personas entre el público, la mitad en apoyo al proyecto del PRO, el resto acompañando el reclamo de los gremios. Cuando García Tuñón, que preside la Comisión de Legislación del Trabajo, resolvió a esa hora levantar la reunión por falta de quórum, una ovación estalló en el recinto.

Pero las cosas no terminaron ahí. Los diputados del PRO, que habían demorado su llegada, bajaron de inmediato e intentaron reanudar la sesión, pero no había nadie de la oposición. El único que había llegado era Sergio Abrevaya (Coalición Cívica), con su despacho alternativo, que no elimina las juntas sino que reduce su cantidad y recorta sus atribuciones. Algunos militantes de los gremios lo abuchearon y le gritaron “traidor”, a lo que el diputado respondió: “Esto no es una asamblea, donde uno apura al otro”.

“Ay, ay ay ay, qué risa que me da, si tocás el estatuto qué quilombo se va a armar”, cantaban los opositores al proyecto, mientras del otro lado respondían con una consigna menos musical: “De-ba-te, De-ba-te”.

La estrategia de la oposición, en especial de los cuatro legisladores con mayor sintonía con los gremios docentes (García Tuñón, Francisco Nenna, María Elena Naddeo y Delia Bisutti), es dilatar la discusión para que el tema no llegue al recinto antes del 10 de diciembre. Después de esa fecha aceptarían discutir un nuevo proyecto, pero con una amplia participación de los trabajadores. Es que las Juntas de Clasificación está reglamentadas por el Estatuto del Docente y su modificación debería hacerse, reclaman, en el marco de una discusión paritaria.

“El Estatuto del Docente se sancionó en 1986, después de un amplio debate escuela por escuela y cualquier modificación de fondo debe hacerse de la misma manera”, argumentó García Tuñón a Página/12, durante un cuarto intermedio. Durante ese paréntesis, los diputados del PRO intentaban reanudar la sesión, mientras que la oposición insistía en que la sesión ya se había caído.

Fue entonces que un grupo de docentes que participaban de la movilización intentó ingresar por la puerta que da a Diagonal Norte y Perú. De hecho, algunos lo lograron, pero otros sufrieron la reacción del personal de seguridad que, a fuerza de golpes y forcejeos, logró cerrar el portón. Uno de los custodios sufrió un corte: las huellas de sangre quedaron como muestra en las escaleras de mármol. Un trabajador fue aprehendido por personal de seguridad y luego estuvo bajo custodia de la Infantería, hasta que personal policial le tomó declaración. Los gremios denunciaron que cinco trabajadores sufrieron heridas en la refriega. Otros dos empleados de la Legislatura resultaron lesionados.

De ahí en más se vivieron momentos de tensión e incertidumbre. El personal de seguridad perdió el control de la situación y forcejeaba con los maestros y hasta con los periodistas: según denunció la cronista de 360tv, uno de los miembros de la custodia oficial le impidió tomar imágenes a su camarógrafo.

A eso de las 12.30, algunos diputados del PRO bajaron al Salón Montevideo. Carolina Stanley, Karina Spalla y Alejandro García esperaron estoicos, entre los cánticos docentes, a que se reanudara la reunión. El titular de UTE, Eduardo López, se mezcló entre el público con una urna en la mano, en la que se leía la consigna: “Yo no fui elegido a dedo”. Aludía a las elecciones de juntas del jueves, en las que se registró una participación del 70 por ciento del padrón, record en este tipo de comicios. “Quieren derogar el voto de ayer. Nosotros queremos que se respete el voto de los maestros”, repetía el dirigente.

Unos minutos después, la presidenta de la Comisión de Educación, Victoria Morales Gorleri (PRO), anunció que se levantaba la reunión. “No están dadas las condiciones de seguridad”, argumentó.

Morales Gorleri consensuó finalmente con García Tuñón una nueva fecha para la reunión de las dos comisiones: será el martes a las 15, a puertas cerradas, es decir, sin la participación de público. Sólo habrá una cámara de TV y los taquígrafos de la Legislatura.

¿Qué puede pasar ese día? Sobre los 22 legisladores que integran las dos comisiones, el PRO tiene ocho firmas propias, con lo cual garantizaría un despacho de mayoría. La oposición, que propone el archivo del proyecto, tiene seis votos seguros y otros dos posibles. La propuesta de Abrevaya suma cuatro adhesiones. Si obtiene despacho de mayoría, el proyecto que impulsa el ministro Esteban Bullrich será el primero en tratarse en el recinto. Si no es aprobado, pasa a tratarse el despacho de minoría, en ese caso el archivo. Y luego el de Abrevaya, que podría recibir entonces los votos del PRO.

Para el mismo martes convocaron los docentes a una nueva movilización, a las 14. Ese día habrá un nuevo paro de actividades, el cuarto desde que se inició el conflicto, anunció el titular de UTE, que además repudió los hechos de violencia registrados en la Legislatura, que “afectaron a docentes y a personal de seguridad”. Legisladores de distintos bloques también expresaron su repudio.