La Cámara II del Crimen de Bariloche apartó al juez Ricardo Calcagno de la investigación desarchivada del suicidio con un golpe en la nuca del Coco Garrido, en la comisaría de El Bolsón. El apartamiento fue publicado ayer según la siguiente curiosa cronología de oportunidades: podría haberlo apartado tres meses después del crimen, cuando ordenó al juez que aceptara a la familia como parte querellante; seis meses después, cuando ordenó desarchivar la causa archivada por el mismo juez; nueve meses después, cuando se comunicó el informe de los expertos de la Procuración Bonaerense. Lo hizo cinco días después de que este diario hiciera público el informe.

El 30 de noviembre, el informe realizado por los expertos enviados por la procuradora bonaerense María del Carmen Falbo, que determinó que el Coco Garrido no se había suicidado en una celda de la comisaría de El Bolsón, sino que recibió un golpe en la nuca. El crimen ocurrió el 13 de enero pasado, y en abril el juez Ricardo Calcagno ordenó archivar el expediente y recién después entregó fotocopias a la familia, tras la apelación a la Cámara. En julio, la misma Cámara ordenó desarchivar el caso recién después de la insistencia de la abogada de la familia, Marina Schifrin. Para esa época, el fiscal Eduardo Fernández ya había solicitado el apartamiento de Calcagno.