Una tonelada de cocaína, disimulada entre resmas de papel, fue decomisada ayer en el peaje de la localidad bonaerense de Lima. Según indicó el ministro de Seguridad, Ricardo Casal, la operación bautizada “Navidad blanca” es la más importante desde 1995 e implicó seis meses de investigación judicial. “En estado puro cuesta cinco millones de dólares y el monto sería de 35 millones fraccionada para la venta”, estimó el funcionario. El chofer del camión quedó detenido, al igual que un ciudadano boliviano y otro peruano, tras hacerse allanamientos simultáneos en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, según informó a Página/12 una fuente policial. “La investigación está viva todavía porque obviamente la banda no tiene sólo tres miembros”, agregó.

El lugar elegido para detener al camión Scania que transportaba la carga fue un peaje a la altura del kilómetro 96 de la ruta 9. Y se hizo durante la madrugada. “Tomamos la decisión por oportunidad, mérito y conveniencia. Cerca hay un puesto de control, con policía vial y Gendarmería por si necesitábamos apoyo. El camión tuvo que disminuir la velocidad por el peaje, era más difícil escapar. Así disminuimos los riesgos propios y de terceros”, detalló una fuente de la investigación. El chofer no se resistió y era el único ocupante del vehículo.

Los paquetes de cocaína estaban repartidos en 19 bolsas de arpillera, entre las resmas de papel cargadas en Jujuy. La ruta de la droga incautada era Bolivia, Salta, Jujuy, Buenos Aires, Capital Federal y la costa atlántica y parte para Uruguay y España, informó el comisario general Rubén Lobos, titular de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense. La investigación estuvo a cargo del juez federal de Campana, Adrián González Charvay, quien siguió todo el trayecto del camión, según aseguró Casal.

Fuentes policiales confirmaron que “de mínima” la cocaína era de procedencia boliviana, aunque esto deberá confirmarse en los peritajes posteriores. Los paquetes tenían distintos colores, logos y se dividían con las inscripciones “clientes” y “calidad”. Mediante escuchas telefónicas y otras tareas de inteligencia se descubrió la ruta elegida. “El sábado el camión se rompió al llegar a Rosario. En un primer momento se pensó que ahí se iba a bajar parte de la carga, pero luego de ser reparado el desperfecto continuó viaje”, contó Casal.

En simultáneo con la detención del chofer, se hicieron cuatro allanamientos en los que se detuvo a otros dos integrantes de la banda “con roles importantes”, comentó una fuente de la investigación. Se de trata un ciudadano boliviano y otro peruano, agregó, que ya estaban identificados de antemano: “Estaban en el germen de todo esto, entre los clientes, contactos y relaciones que pudimos establecer”. Hubo un operativo en Salta, dos en Capital Federal y Gran Buenos Aires, allí se encontraron seis valijas recién compradas, que serían utilizadas para sacar del país parte de la cocaína.

En el allanamiento realizado en la ciudad no se encontró droga, pero sí elementos de interés para la causa: teléfonos celulares y satelitales, que demuestran el nivel de logística de la banda. En Salta, la Policía Bonaerense contó con la colaboración de la Gendarmería, no pudo detenerse al sospechoso que se buscaba, aunque se halló documentación sobre el traslado de la droga. También se secuestró, en las inmediaciones del peaje de Lima, un auto abandonado que sería parte de la custodia, que a veces va por delante del envío, para alertar sobre controles en la ruta.

“Es uno de los procedimientos más exitosos de los últimos años; el que se le pareció fue en 1995, Café Blanco; después hubo otro en San Miguel, con 800 kilos, y ahora éste de mil kilos”, enumeró ayer el ministro de Seguridad bonaerense. Por su parte, el subsecretario de Política Criminal de ese ministerio, César Albarracín, también destacó que se trata del procedimiento de incautación de droga “más grande de la provincia de Buenos Aires en los últimos 15 años, así que estamos satisfechos con este nuevo golpe al narcotráfico”.

Ayer por la tarde, la investigación estaba centrada en Salta, donde se cree que pudo haberse cargado la cocaína. Según fuentes policiales, fueron cruciales tanto las escuchas telefónicas como la triangulación de llamadas, los seguimientos de personas, el monitoreo de transportes ingresados por la zona norte del país, las tomas fotográficas y filmaciones. “También fue importante, en este caso, no abrir el juego a otras fuerzas de seguridad, por lo delicada que era la operación”, confió una fuente policial.

El operativo fue supervisado por la Fiscalía General de Campana y los detenidos están acusados de “tráfico internacional”. En las próximas horas habría más detenciones, mientras la cocaína es analizada para determinar su pureza y procedencia.