“Esto no da para más”, sentenció ayer el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, cuando miles de peces comenzaron a flotar muertos en el embalse de Río Hondo. Los santiagueños, y especialmente los habitantes de las Termas de Río Hondo, estaban furiosos. La provincia mantiene un litigio judicial ante la Corte Suprema nacional por la contaminación producida aguas arriba, en Tucumán. El intendente de esa ciudad, Roberto Mukdise, dijo que existe “complicidad” entre empresarios y el gobierno tucumano y llamó a los santiagueños a impedir el paso de camiones con alcohol, azúcar o cítricos elaborados por empresas tucumanas. “Los reclamos pacíficos se acabaron. Hay que usar la fuerza. Señores, cortemos la ruta para que no pase ningún camión con alcohol, que dejen de fabricar alcohol.” Contundente, Mudkise no dejó lugar a la duda: el diálogo amable se terminó. “Existe complicidad entre los empresarios con el gobierno de Tucumán que no exigen que se cumplan las normas” de producción limpia, como reclaman pobladores, autoridades nacionales y ambientalistas desde hace años.

El martes por la tarde, los pescadores encontraron en los piletones del Dique Frontal ejemplares de bogas, sábalos y bagres sin vida o agonizando. El fiscal Raúl Abate constató la mortandad de peces y explicó que el daño ecológico a la cuenca del Salí-Dulce es causado por la contaminación que provocan desechos industriales arrojados en Tucumán.

Zamora, por su parte, aseguró que “es una vergüenza, porque mientras la Corte Suprema de Justicia de la Nación está por expedirse, delincuentes volvieron a volcar desechos (vinaza) en forma masiva y causaron la mortandad de peces, por lo que esperamos una actuación rápida, porque esto no da para más”.

El biólogo Sergio Sal sostuvo que en el momento de las mediciones en el agua, los niveles de oxígeno eran bajos, lo que provocó la mortandad de cantidad de especies de dorados, sábalos y bagres.

Zamora explicó el sentido de las denuncias presentadas por la Fiscalía de Estado y la Defensoría del Pueblo provincial para evitar mayores daños ecológicos en el lago de la villa turística ubicada a 78 kilómetros al norte de la capital provincial. “Estamos dispuestos a firmar un acta por el cumplimiento de pautas, pero en Tucumán de nadie tenemos esperanzas, espero respuestas de la Nación y la Corte Suprema de Justicia”, concluyó.